El consumo de agua desciende en Castilla y León un 8,1 por ciento
El consumo de agua descendió en Castilla y León entre el 2005 y el 2006 un 8,1 por ciento, al cerrarse el último ejercicio con 147 litros por habitante y día, frente a los 160 del período anterior. La caída fue significativa, sobre todo si se compara con la media nacional, donde disminuyó un 3,6 por ciento, al pasar de 160 a 166 litros de agua consumidos, según la Encuesta sobre el suministro y tratamiento del agua, hecha pública hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se observan los datos por comunidades autónomas, se detecta que Cantabria, con 201 litros, registró la cifra más alta, frente a la Comunidad Foral de Navarra que cerró el dato con 128. La Comunidad se encontró en los últimos puestos de la tabla, junto a Aragón, Baleares, Cataluña (150), Canarias (141) y País Vasco (129). Por lo que respecta al valor unitario del agua, se situó en la región en 0,83 euros el metro cúbico, frente a los 1,08 de la media nacional, ámbito donde se incrementó un 5,9 por ciento en el año 2006. El valor unitario del suministro de agua alcanzó los 0,71 euros, mientras que el de saneamiento (alcantarillado y depuración de aguas residuales) fue de 0,37 euros el metro cúbico en la media del país. Por comunidades autónomas, los valores más elevados correspondieron a Canarias (1,74 euros por metro cúbico), Baleares (1,61) y Región de Murcia (1,53). Por el contrario, Galicia y Cantabria (ambas con 0,71) y Principado de Asturias (0,78) presentaron los valores unitarios más bajos. Durante el año 2006, en España se suministraron a las redes públicas de abastecimiento urbano 4.698 hectómetros cúbicos de agua. De esta cantidad (en la que no está incluida el agua utilizada en la agricultura de regadío), un 83,3 por ciento se distribuyó para consumo de los hogares, de los diversos sectores económicos (industria, servicios y ganadería), así como para los consumos municipales. Dicho porcentaje supone una disminución del 2,2 por ciento respecto al año 2005. Las pérdidas aparentes de agua en las redes públicas de abastecimiento urbano (por fugas, roturas, averías, errores de medida, fraudes, etc.) se estimaron en 785 hectómetros cúbicos. Esta cifra supuso el 16,7 por ciento del agua total suministrada a dichas redes.