CRONOLOGÍA
La ministra de Vivienda anunciará este mes la reforma del Emperador
«Acudirá a León para presentar el concurso público con el que rehabilitarlo por completo», dijo el subdirector de Arquitectura, que visitó ayer este mítico teatro
La sala de butacas del Teatro Emperador, todo un símbolo cultural para varias generaciones
«Queremos darle un empujón a este tema», confesaba el subdirector de Arquitectura del Ministerio de la Vivienda, Dionisio Chaparro, quien visitó ayer dos edificios señeros de la provincia, el santuario de la Peregrina de Sahagún y el Teatro Emperador de la capital leonesa, con el fin de garantizar e impulsar sus respectivas restauraciones. Para conocer a fondo las entrañas de la mítica sala escénica leonesa contó con la ayuda de dos profesionales del Colegio de Arquitectos de León, quienes le sirvieron de cicerones por los entresijos del vetusto teatro capitalino.
En declaraciones a este periódico, Chaparro adelantó que la ministra viajará este mismo mes a León para anunciar el concurso público mediante el cual se conocerá a la empresa que rehabilite por completo el Emperador. El objetivo sigue siendo su conversión en Centro Nacional de la Danza y las Músicas Históricas dependiente del Inaem (Ministerio de Cultura). Y es que sólo de forma eventual la compra y esperada restauración del edificio corre a cargo de Vivienda, especie de apaño legal que garantizase su arreglo.
El Centro Nacional de la Danza y Músicas Históricas ya lleva dos años organizando conciertos y recitales en el Auditorio pero aún no cuenta con la prometida sede fija del Emperador. El objetivo declarado de este centro era investigar y dar a conocer el legado de la música, el teatro y la danza antiguos, tanto en España como en los países de su órbita cultural.
Una restauración laboriosa. Arquitectos preguntados por el Diario han confirmado que la rehabilitación del Emperador habrá de ser muy laboriosa, ya que, además del mal estado de algunas de sus estancias, es necesario adecuarlo a normativas de seguridad y accesibilidad que no cumplía, eso sin contar con que el Gobierno compró «la mitad» del edificio, dejando fuera oficinas y otras salas.