Verbis se pasa a la poesía

El artista leonés Daniel Verbis, cuya obra está presente en la colección del Musac, se pasa ahora a la poesía. Acaba de publicar el poemario Geografía para ciegos. La idea surge de la editorial Los Sentidos Ediciones, que decide iniciar una colección, La cara oculta , enfocada a la publicación de escritos de artistas plásticos que no estén relacionados directamente con su trabajo artístico.

El primer libro que se publicó fue Little Memories, de Luis Gordillo. «Cuando los editores me hablan de la posibilidad de publicar algo, yo estaba trabajando sobre algunos textos antiguos para un libro de grabados que al final no se hizo, tenía diez o doce, y como ya le había cogido el gusanillo a esa escritura, continué trabajando esos textos, recuperando cosas que tenía en cuadernos, apuntes.... Cuando llegué a 99 poemas paré».

A Verbis el número 99 se le antojaba como una puerta abierta, mientras que, de haber llegado al cien, habría sido un asunto cerrado.

En Geografía para ciegos Verbis expresa lo que no puede contar con la creación plástica. «Los poemas son bastantes emocionales. Indudablemente abordo temas y situaciones que son difíciles de trasladar a la pintura. Seguramente la poesía o lo poético puede encontrarse en cualquier acontecimiento, en cualquier lugar, en cualquier acción-¦ Normalmente la poesía utiliza palabras que aparentemente buscan comunicar una idea, transmitir una sensación. Podemos convenir que entre la pintura y la poesía hay una diferencia, que la pintura se hace y la poesía (se) dice, aunque esto daría para más de un debate», afirma.

Poemas como cuadros. Sin embargo, si analiza el proceso de creación literaria repara en que ha trabajado los poemas como los cuadros, por capas. «En el caso de la escritura cada capa es una nueva lectura con su correspondiente corrección. Los poemas se han ido construyendo palabra por palabra como los cuadros se van pintando pincelada a pincelada. Puede haber habido un arrebato inicial, un leit motiv que haya surgido de alguna emoción, pero luego la emoción ha tenido que encarnarse en palabras, el poema ha tenido que constituirse como una unidad orgánica». En cuanto a la temática, en los 99 poemas uno de ellos aborda la pintura, aunque va en el mismo paquete que el amor, el sexo, la muerte, la propia escritura, los acontecimientos del pasado, la incertidumbre del futuro, los hijos-¦

De alguna manera los poemas son una reflexión que sirven al autor para poner en claro lo que hace y por qué lo hace. «Con la poesía intento no tanto conocerme como buscarme, construir un yo menos incierto, por eso a esta poesía la he llamado poesía de la inexperiencia, porque intenta llenar huecos que se han ido abriendo en mi vida, y cuando digo huecos, digo vacíos. Un poco tengo la sensación de huir de la vida para poder vivir mi vida».

Y en el repaso vital Verbis encuentra un lastre de la adolescencia no superado: «Sufrí una especie de agarrotamiento vital del que no he conseguido salir del todo. Esta enfermedad obstruye mis relaciones y el único remedio que he encontrado para sobrellevarla es dedicarme en cuerpo y alma al arte»

Verbis confiesa con humildad que no ha leído mucha poesía. Prefería el ensayo y la filosofía. Sin embargo, también en sus lecturas se colaron Luís G. Montero o a Carlos Marzal, Luís Alberto de Cuenca, el leonés Leopoldo María Panero, Octavio Paz e, incluso, el Lorca de Poeta en Nueva York , también Vicente Aleixandre y Juan Ramón Jiménez, aunque ninguno ha sido un referente. Todo lo contrario. «Mi postura a la hora de escribir estos poemas ha sido vaciarme de modelos e ir directamente al poema eludiendo cualquier premisa cultural. Sé que esto es casi imposible, pero de algún modo quería evitar la angustia de la originalidad que ya he sufrido con la pintura».