El objetivo, dar a conocer la comarca en todo el mundo

La comparación de la Cabrera actual con aquel mundo de pura supervivencia que en su día hallara Ramón Carnicer es, obviamente, tremenda. «El mundo rural ha cambiado radicalmente, y en la Cabrera, con su riqueza de tradiciones, esto es especialmente visible -”reflexiona el hijo del escritor-”. La llegada de la industria de la pizarra ha traído una transformación del paisaje y de la sociedad muy notable, y la emigración también ha pesado mucho en la evolución y perspectivas de futuro de estos pueblos». A pesar de todo, Alonso cree que «también perviven aspectos del espíritu tradicional que hace tan singular y valiosa esta comarca en los aspectos patrimonial y humano. Los cabreireses aman su tierra pese a los muchos interrogantes, y desearían una continuidad que mantuviera su carácter incorporando las mejoras en servicios e infraestructuras que todos desean». Además, otro de los grandes objetivos del documental es dar a conocer los atractivos de la zona: «Teniendo en cuenta la confluencia de valores (natural, etnográfico, histórico) su escaso desarrollo turístico es sorprendente», piensa Alonso.