Cartier brilla en el Thyssen
La firma de joyería reúne 420 piezas de la reina, Grace Kelly o Liz Taylor en una exposición inaugurada por Carlota Casiraghi.
La baronesa Carmen Thyssen, el presidente de Cartier, Bernard Fornás, y Carlota Casiraghi.
En el Museo Thyssen brillan excepcionales joyas pictóricas a las que se suma desde ayer el fulgor de los metales más nobles y las piedras más preciosas tratadas por una de las firmas de joyería más exclusivas del mundo. El arte de Cartier es el título de la muestra que lleva al palacio de Villahermosa 420 magníficas creaciones de la colección de la mítica ‘maison’ parisina. Un paseo por la suntuosa exclusividad de unas joyas únicas, en algún caso, tan impagables como los cuadros del museo. La enorme expectación que genera la cita ha ganado muchos enteros al anunciarse la presencia Carlota Casiraghi, que inauguraró la muestra junto a la baronesa Thyssen-Bornemisza, Tita Cervera. La hija de Carolina y nieta de Gracia de Mónaco contribuye con su presencia a resaltar las piezas que pertenecieron a su abuela y que se exhibirá junto a lo mejor de la selecta colección histórica de la firma francesa.
Es una de las más importantes muestras organizadas hasta la fecha por la marca, tanto por el número de piezas como por su calidad. Refleja el espíritu y la evolución artística de Cartier desde su fundación en París en 1847 hasta nuestros días. Incluye piezas legendarias que han lucido la reina Sofía, Grace Kelly, Elizabeth Taylor, Wallis Simpson, Coco Chanel o María Félix. Su leyenda no ha dejado de crecer desde que los hermanos Cartier acertaran a volcar en sus diseños su interés por el arte de las culturas antiguas y exóticas. Asentaron la identidad artística de la casa, que se ha mantenido a lo largo de los 165 años en los que esta gran matriz de la alta joyería ha alternado el clasicismo con una modernidad a veces desafiante
Joyas inéditas
Muchas de las singulares joyas se exhiben por primera vez. Se podrá disfrutar así del inédito fulgor de los rubíes y diamantes de uno de los collares de Elizabeth Taylor, regalo de su tercer esposo, el productor Mike Todd, o del archifamoso broche con forma de flamenco que lució la Duquesa de Windsor, Wallis Simpson, realizado en colaboración con Jeanne Toussaint, directora artística de la firma en aquella época. Los propios orfebres describen la colorista pieza como «iluminada por un plumaje multicolor de zafiros, rubíes y esmeraldas calibrados, interpretación cromática audaz del flamenco rosa, en la tradición de una visión naturalista y poética»
Toussaint hizo famosas sus magníficas y únicas creaciones felinas, de excepcional realismo y maestría técnica. Utilizó en ocasiones piezas articuladas con una veraz sensación de movimiento.
