Diario de León

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA, POR MANUEL CUENYA. ALEJANDRO M. GALLO

«La realidad ha superado toda metáfora sobre el futuro»

Autor de ‘Morir bajo dos banderas’, cree que es hora de escribir la réplica a ‘1984’ de Orwell, a ‘Fahrenheit 451’ de Bradbury, y a ‘Un mundo feliz’ de Huxley

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Licenciado en Filosofía, Ciencias Políticas y Ciencias de la Educación, Alejandro M. Gallo, que en la actualidad ejerce como Comisario Jefe de la Policía Local de Gijón, es un ensayista y narrador astorgano especializado en memoria histórica y novela negra que cuenta con la publicación de varios libros sobre estas temáticas, tal y como se refleja en su última obra, Morir bajo dos banderas (Rey Lear, 2012), acaso su libro más ambicioso, «una novela sobre nuestra memoria histórica pero escrita a ritmo de novela negra», según su autor, que se confiesa seducido por tal materia «porque la época de la dictadura ocultó la voz de los vencidos: la de la intelectualidad que tuvo que buscar asilo político principalmente en Latinoamérica; la de los que se exiliaron en Europa o la URSS y vivieron una Guerra Mundial unidos a las fuerzas de los aliados o terminaron en campos de exterminio nazis y los que se quedaron en el interior de España como resistentes en el maquis o como simple ciudadano que sufrió la represión…».

Así de contundente se expresa el autor de Asesinato en el Kremlin (Rey Lear, 2011), otra de sus novelas, en este caso ambientada en la época pos-revolucionaria, que le permitió recrear los «momentos de confusión» en la Historia: «Esos acontecimientos en los que conocemos el comienzo y el final, pero se desconoce qué ocurrió en medio», y por la que recibiera el Premio García Pavón de Narrativa Policíaca, «el decano de los premios de narrativa policial», lo que supuso para Gallo una gran alegría, además de hacerle formar parte de ese reducido número de autores que, con sus obras, han homenajeado «a ese gran escritor que fue García Pavón, que cuando en este país todos los autores de policiales imitaban a los norteamericanos, él creó una serie original».

El propio Alejandro, quien sostiene la tesis —contrastada— de que la novela negra o ficción criminal tiene su origen en Poe, ha creado un icono en el género negro, el inspector Ramalho da Costa, el Trini, que nació hace ocho años con su novela Una mina llamada infierno (Laria, 2005). Le siguió La última fosa (Laria, 2007) y la novela gráfica Ramalho . Luego vinieron varios relatos breves. «El éxito le llegó de inmediato y preferí no seguir escribiendo de este personaje. No quería que se me conociera como el escritor de las aventuras del inspector Ramalho da Costa, prefería explorar antes otros campos. Esto no quiere decir que no vuelva a escribir un nuevo episodio de mi personaje», matiza su creador, que sigue escribiendo sobre lo que realmente le apasiona, el género negro, en el que es uno de los autores más relevantes del panorama español, y la memoria histórica, a la vez que se adentra en otros espacios y géneros literarios, como el columnismo periodístico y el ensayo filosófico.

En lo referente al columnismo de opinión, Alejandro Gallo colabora con diferentes medios de comunicación como La Nueva España , La opinión de A Coruña o La opinión de Murcia . «El columnismo no deja de ser un género que hay que cultivar y, en manos de algunos autores, se ha convertido en arte, tanto en la forma como en el fondo, un lugar de referencia para analizar y comprender lo que nos rodea (sea la actualidad o la literatura)».

De Camus a Foucault

Y sobre los ensayos —él que ha escrito varios sobre filósofos/literatos como Camus, Marx o Foucault—, cree que vivimos en un mundo adverso tanto para la filosofía como para la literatura porque ambas luchan internamente contra sus enemigos: «Los best sellers, por el lado de la literatura, y los best sellers cultos, que se nos presentan como grandes reflexiones y no dejan de ser una cadena de banalidades».

Una cadena de superficialidades que se imponen en un mundo mediatizado, controlado por el poder omnívoro de la telepantalla, en el que el pensamiento crítico ha caído en desuso en aras de lo ramplón, lo vulgar, el pensamiento plano y totalitario. «Da la impresión que una y otra se han replegado —añade— ante un mercado al que no pueden vencer y van quedando reducidas a grupos cada vez más aislados. Donde más claro lo vemos es en la poesía y en la filosofía».

Tal vez por eso, el autor de Caballeros de la muerte (Laria, 2006) desea, ahora más que nunca, internarse en los mundos de la distopía, tan reales como la vida actual. «Creo que es el momento de escribir una réplica a 1984 de Orwell, a Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y a Un mundo feliz de Huxley, ya que la realidad ha superado cualquier metáfora sobre el futuro».

Como viene siendo habitual en estas últimas ediciones, Alejandro M. Gallo también participará este año en la Semana Negra de Gijón, a partir del día 10 de julio, presentado a escritores y moderando mesas literarias.

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