«Pedro Almodóvar es uno de mis directores favoritos»
La actriz Uma Thurman protagoniza la última película de Lars von Trier
Fue enterrada viva en Kill Bill”y estuvo a punto de morir de sobredosis en Pulp Fiction, pero a sus 43 años Uma Thurman sigue apostando por las emociones fuertes y arriesgando con proyectos como Nymphomaniac, de Lars von Trier, que se estrenará en Dinamarca el día de Navidad. Quizá ese amor por el riesgo pueda explicar una carrera que también ha conocido fracasos —The Producers (Los productores) o Motherhood (Una mamá en apuros)— de los que la actriz norteamericana ha aprendido a ser «humilde», según cuenta a Efe, aunque sin ir más allá de lo razonable, porque «el exceso de humildad puede arruinar a un actor».
«Valentía sin arrogancia: esa es una buena combinación a descubrir en la vida», reflexiona la intérprete en una entrevista por la presentación del calendario Campari de 2014, que ella ilustra.
Vestida con un Versace de un rojo espectacular, Thurman recibe a Efe en el hotel Bulgari de Milán, mientras repasa el menú para encargar la comida. Aunque el tiempo apremia -son cinco minutos por medio-, ella se muestra relajada e indica entre carcajadas que el reloj aún no ha empezado a correr.
«¿Emociones fuertes? A nadie le gustan, es que algunos simplemente no podemos evitarlas. Creo que cada uno tenemos la emoción que merecemos en la vida», indica esta hija de monje budista y modelo sueca.
«El cine y las historias son mejores cuando hay algo que te agarra, te hace sentir y pensar... No demasiado, pero un poco», añade. Con dos hijos de 14 y 11 años de su finalizado matrimonio con el actor Ethan Hawke, Thurman acaba de salir de una nueva excedencia por maternidad —su tercera hija tiene poco más de un año— y vuelve a incorporarse poco a poco al trabajo.
Su papel en Nymphomaniac, la última provocación de Lars von Trier, es pequeño pero intenso, el de una madre abandonada por su marido para irse con una joven ninfómana, según describe la actriz, que no tuvo dudas al aceptar la propuesta del director danés.
«Creo que es un genio, un autor. Escribe, dirige, es atrevido y probablemente un poco loco, y yo siento simpatía por la gente así», reconoce, al tiempo que vuelve a estallar en carcajadas.
«Lars me dijo que yo actúo más en una sola escena que todos los actores de todas sus anteriores películas juntos, lo que fue su manera de decirme que sobreactuaba», bromea sobre el rodaje, que hizo en una sola toma de 25 minutos, «estilo Dogma».
«Obviamente, yo le eché la culpa a él, es como él lo escribió, qué puedo hacer», precisa.
Sobre el otro genio loco que ha marcado su carrera, Quentin Tarantino, dice que su relación es difícil de explicar. «He estado muy cerca de él durante más de 20 años. El año que viene van a cumplirse precisamente 20 años del estreno de Pulp Fiction, somos familia», resume.
Le lleva tiempo hablar —el propio Tarantino lo anunció en su día— de un posible Kill Bill 3 y, aunque el proyecto no parece figurar entre las actuales prioridades de su director, Thurman no descarta nada.
«No sé lo que está haciendo ahora, pero con él nunca sabes; alguien con una creatividad tan poderosa, nunca sabes qué historias le están pidiendo salir», explica.
Antes de despedirse, pregunta por la nacionalidad del medio y da una última pista sobre sus preferencias. «¿España?. Pedro Almodóvar es uno de mis directores preferidos», confiesa.