Escritoras en televisión
El director rodará para la FX una primera temporada de ‘Nocturna’.
Imagen de una de las viñetas del libro.
Opinión | mikel labastida
Las mujeres viven un momento dulce en la literatura. A pesar de la importancia de muchas de ellas en este campo, los galardones rara vez se fijan en ellas. El premio Cervantes recayó esta semana en Elena Poniatowska, la cuarta autora distinguida en casi cuarenta años. Hace unos días el Nobel lo ganó Alice Munro. Los Planeta, salvando las distancias, fueron a parar a Clara Sánchez y a Ángeles González Sinde. Ellas han logrado, por fin, el protagonismo que se merecen. Por ello no es extraño que ayer por la mañana en Telecinco dos escritoras departiesen amigablemente del último libro publicado por una de ellas. No era Página 2 , ni Señas de identidad , ni Nostromo. No, la literatura ha alcanzado el lugar que se merece en la pequeña pantalla y no es desterrada a horas intempestivas.
Así que de buena mañana Telecinco dedicó su programación al noble arte de las letras. La obra elegida para la ocasión fue ‘Ambiciones y reflexiones’. ¿De Belén Gopegui? No. ¿De Almudena Grandes? Tampoco. La autora del ejemplar es Belén Esteban. Le entrevistó Ana Rosa Quintana, que en su día publicó Sabor a hiel. Hablaron sobre referentes y plumas de cabecera. Rimbaud, Bukowski, Burroughs, Houellebecq. Sobre la inspiración, sobre la construcción del personaje, sobre el estado de la narrativa actual. No, no es verdad. Esos temas no salieron a colación.
Al final fueron los asuntos de siempre: con quién te acuestas tú, cuántas dietas hiciste, cómo terminaste metida en eso, por qué odias a éste, por qué proteges al otro. La excusa esta vez era un libro, como en otras ocasiones fue una boda, un funeral, un parto o un programa de baile. El nuevo antojo del famoso (y aquí el abanico es amplio, desde examantes de extoreros hasta expresidentes o exministros) es tener un libro. No eres nadie sin uno. Igual que antes no había celebridad que se preciase sin una colonia o sin una colección de moda, ahora no puedes pulular por la vida sin un ‘best seller’. Se han tomado al pie de la letra, nunca mejor dicho, lo del árbol, el hijo y el libro.