El descubridor de los petroglifos entrega un arma neanderthal a Pallarés

Juan Carlos Campos, el descubridor de la mayor parte de los petroglifos de la Maragatería, ha entregado al Museo de León un bifaz (utensilio del Paleolítico con forma almendrada y tallada por las dos caras, que servía para cortar y despedazar animales), que localizó en Quintanilla de Somoza. El director del citado museo, Luis Grau, confirmó que esta herramienta lítica es «relativamente común» en la provincia y que el edificio Pallarés alberga un centenar, aunque únicamente expone algunas.

El bifaz que encontró Campos se había desprendido de una pared, un murete divisorio de una finca, en una zona que ha resultado una ‘mina’ en petroglifos. Considera este aficionado a la arqueología que «los sucesivos descubrimientos de petroglifos conforman un corpus cada vez más extenso, que, unido a las pinturas de la misma época del Bierzo y La Valduerna, hace que se pueda hablar con propiedad del arte rupestre de la provincia de León». Campos siempre ha perseguido, desde que localizó las primeras cazoletas y petrograbados, encontrar rastros de los habitantes ‘más antiguos’ de esta comarca. El bifaz de cuarcita hallado en Somoza, teniendo en cuenta la técnica con que está tallado y según algunos expertos, podría ser de época Musteriense. «Aunque los principios de esta técnica se originaron a finales del interminable Paleolítico Inferior, hay consenso en aceptar el hecho de que fue el hombre de Neandertal el que la generalizó, hasta el punto de que los conceptos industria Musteriense e industria Neandertal se utilizan como sinónimos», recuerda. Es decir, un mínimo de 50.000 años. Poco después, Campos encontró en una finca muy cercana a la ciudad de Astorga una punta de flecha tallada en silex, que según algunos expertos podría ser de época neolítica, y que también depositó en el Museo de León.