Diario de León

Ken Follett atraviesa los muros de la historia

El escritor cierra con ‘El umbral de la eternidad’ su trilogía del siglo XX.

El escritor galés, ayer, en Madrid.

El escritor galés, ayer, en Madrid.

Publicado por
miguel lorenci | madrid
León

Creado:

Actualizado:

Impecable, con traje azul, corbata de seda a tono y pañuelo blanco asomado al bolsillo de la americana, Ken Follett (Cardiff, 1949) derriba el muro de Berlín. Armado con una maza y a los acordes de The Wall de Pink Floyd, el escritor galés escenificó el derrumbe del oprobioso muro, cuya caída cambió el devenir del siglo XX y pone final a El umbral de la eternidad (Plaza & Janés), el novelón de 1.300 páginas con el que culmina su trilogía del siglo pasado y de la que «sí» habrá versión filmada. Con la tercera edición española en marcha y en cabeza de las ventas, el escritor galés se citó con la prensa y sus lectores españoles en el madrileño teatro de la Latina para atravesar literalmente este muro clave en la historia reciente con una espectacular escenografía. Habló de un siglo «convulso y apasionante» que ha resumido en 3.000 páginas, un millón de palabras y siete años de trabajo. Pero no se metió en camisa de once varas cuando se le pidió mirar al futuro. «No soy profeta y e ignoro si habrá un tercera guerra mundial» dijo este ‘Midas’ del ‘best-seller’ que ha vendido doce millones de copias de las dos primeras entregas de la trilogía — La caída de los gigantes y El invierno del mundo— y más de 150 millones de todos su libros.

«Cuando a Bob Dylan le preguntaron por la guerra de Vietnam, dijo que él era un músico y que por qué tenía que responder. Yo soy un escritor que sabe mucho del siglo XX, pero no un profeta, de modo que no sé si la humanidad será capaz de evitar otra catástrofe de alcance global» dijo. Se declara, con todo, «optimista». Tras estudiar el siglo XX en profundidad y todos su horrores constata «los enormes cambios, del sufragio femenino a la lucha por la libertad en dos guerras mundiales y en la Guerra Civil española, la batalla por los derechos civiles en Estados Unidos y la implantación de las democracia en buena parte del mundo, de modo que creo que estamos ahora mucho mejor que hace cien años».

Un optimismo que no rebaja ante los últimos acontecimientos que de Ucrania al Oriente en llamas del Estado Islámico salpican de barbarie el planeta. «En estos cien años se han sucedido constantes luchas por las libertades que han generado grandes dramas, pero creo que seguiremos avanzado». «Si he de resumir esta trilogía, diría que es la historia de un victoria, de un triunfo: el de las libertades y la democracia», plantea. Para el avance democrático juzga crucial el papel de internet y los nuevo canales para la información «como estamos viendo en Hong Kong».

Tanto, que vaticina que «las redes sociales se sobrepondrán a la tiranía del gobierno chino». Su nueva novela recorre el siglo desde asesinato de Kennedy al desmoronamiento del bloque soviético y la caída del muro de Berlín «un punto de inflexión en la historia de occidente» a juicio de Follett. «El muro simbolizaba la guerra fría que dividió al mundo y que empieza y acaba con él». Así, la historia de las cinco familia que narra Follett va de 1961 cuando se alza el muro hasta que en 1989 se resquebraja, conectado de nuevo a las dos alemanias.

Independencia desastrosa

Galés «hasta las cachas», Follett no es nacionalista y se posiciona «en contra» de la posible segregación galesa del Reino Unido. No quiso meterse en el jardín catalán y pronunciarse sobre el proceso soberanista. «Quiero diversidad cultual y unión económica y es eso se puede lograr sin alterar la identidad y las tradiciones que nos definen los galeses». «Cuando tenía diez años mi padre buscó nuevos horizontes laborales en Londres y progresó sin que nadie le pidiera un pasaporte, que sería algo lamentable. Creo que la independencia de Gales sería desastrosa» zanjó la cuestión. En su cabeza bulle ya un nuevo proyecto narrativo «con el que regresaré otra vez al Kingsbridge de Los pilares de la Tierra , pero esta vez al siglo XVI».

tracking