Diario de León

PATRIMONIO

La Catedral ‘dispara’ piedras

Un bloque de dos kilos se estrella contra la calle y pone en evidencia el estado del templo.

Los bomberos supervisaron el lugar donde se desprendió el vierteaguas.

Los bomberos supervisaron el lugar donde se desprendió el vierteaguas.

León

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A plomo. Un fragmento de la cornisa de la Torre Sur de la Catedral de León se precipitó ayer desde cincuenta metros de altura. Un bloque de medio metro de largo y más de dos kilos de peso, del vierteaguas de la Torre del Reloj, se estrelló al mediodía contra la plaza de Regla, fuera del perímetro de la verja que rodea el templo gótico.

No hubo heridos. Pura suerte. Pero ha sido un aviso. «El susto fue enorme», confesó Mario González, administrador de la Catedral. El edificio, que lleva dos años sin recibir un euro de la Junta —aunque contempla en su presupuesto de este año una partida de 150.000 euros para el templo gótico—, era revisada por los bomberos, bajo la supervisión del arquitecto responsable de la Catedral, Mariano Díez Sáenz de Miera, en una inspección de urgencia.

«El frío y, sobre todo, la humedad», son las causas que baraja el administrador de la Catedral para explicar un episodio que se repite cíclicamente. «La piedra absorbe agua como si fuera una esponja y con el frío se resquebraja».

En 2007 el desplome de dos gárgolas puso en evidencia la delicada situación del edificio y obligó a la Junta a intervenir tras años sin restauraciones.

El director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Sáiz, anunció a este periódico por escrito que «los técnicos evaluarán lo sucedido y, en función del análisis de la situación, se adoptarán medidas urgentes de acuerdo con el Cabildo».

Mario González comunicó al máximo responsable de Patrimonio la idoneidad de contratar a especialistas en trabajos verticales, que se descuelguen con arneses, en lugar de instalar un complicado andamio, lo que retrasaría cualquier actuación y dispararía los costes.

La Catedral ha quedado vallada para ampliar el perímetro de seguridad. Y es que la cornisa, al desprenderse, «chocó contra algún saliente y por eso las piedras sobrepasaron la verja», según González.

El tumor del edificio

El desplome del bloque pétreo certifica las patologías que sufre la Catedral; básicamente, los endebles materiales con que fue construida. Además, revela la necesidad de llevar a cabo obras continuadas de mantenimiento —como insiste desde hace años el Cabildo—. «A simple vista puede parecer que está bien, pero dentro tiene el tumor», aseguró gráficamente el administrador de la Catedral.

El alcalde de León, Emilio Gutiérrez, que ayer hizo una gira por varias obras —visitó también los trabajos en el antiguo edificio del CHF—, acudió, al igual que decenas de leonesas, a contemplar la aparatosa intervención de los bomberos, quienes revisaron la torre de la Catedral con un camión-grúa.

La última restauración de la Torre Sur tuvo lugar en 1999. Entonces se destinaron 158 millones de las antiguas pesetas a unos trabajos en los que el alquiler del andamiaje se llevó la cuarta parte de la inversión. La actuación en la torre permitió constatar que algunos de sus elementos se encontraban, según el arquitecto, «mucho peor» de lo que se creía; en particular, la aguja calada que corona la torre.

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