«Todavía quedan muchos residuos de machismo»

Lugar: Teatro San Francisco.

Hora: 21.00.

Entradas: 12 euros.

PACHO RODRÍGUEZ | LEÓN

Beatriz Rico recomienda su monólogo Mejor viuda que mal casada, hoy en el teatro San Francisco, a todo el mundo, hombres y mujeres, menos a sus ex. «Alguno se enfadaría», dice. La asturiana lleva cuatro años con este invento escrito por ella misma en el que cuenta lo que, según explica, no sale tanto a la luz en las relaciones de pareja. Humor, descaro, verdad y complicidad son los ingredientes infalibles que, contados por una mujer, traspasan la cuarta pared para que muchos, sobre todo muchas, salgan diciendo: «Verdades como templos». Ellas asienten y muchos de ellos, estupefactos. Eso sí, con la comicidad de esta actriz y rockera (tiene un grupo llamado Rico and Roll) que de tanto no parar ve casi como unas vacaciones quedarse trabajando en Madrid este verano. Rico abre esta noche el II Festival Días de Comedia que continúa mañana con Xavier Deltell y culmina el sábado, en el Auditorio, con Miki Nadal.

—Encontró en la pareja un filón para el humor. ¿De qué idea parte su monólogo?

—Es que la pareja es un filón para muchas cosas. Una de ellas, para contar las cosas que nos pasan y no nos atrevemos a contar. Cuando se comparte tanto, casa, cama, baño... sale de todo.

—Y el otro filón es que lo cuente una mujer, ¿no?

—Las chicas somos más deslenguadas entre nosotras. Por eso lo que se cuenta en la obra conecta de inmediato con las mujeres. Y para los hombres está muy bien porque es como si estuvieran mirando por el ojo de la cerradura y escuchando lo que nunca han escuchado.

—¿Choca mucho que sea la mujer la que cuente cosas de la pareja?

—Tengo que suavizar cosas porque todavía quedan muchos residuos de machismo. Incluso me lo dicen algunos amigos que no son machistas. Si un hombre dice una barbaridad, vale, todo el mundo se ríe. Si lo digo yo...

—A todo esto, ¿qué es mejor, estar solo o en pareja?

—Es mejor estar sola que mal acompañada. Y lo ideal, estar bien acompañada.

—En su caso lo difícil es pillarla en casa. No para...

—Llevo unos años que no paro. Es verdad. De gira con la obra, con los conciertos con el grupo, ahora ensayando una obra nueva en el Reina Victoria... Estrenamos en julio y lo de quedarme en Madrid lo veo como unas vacaciones. Porque llevo muchos kilómetros en el cuerpo y me apetece hacer cosas normales. Como ir al gimnasio, al cine o de compras. O como dicen las señoras, ir de escaparates...

—¿Cómo va el rocanrol?

—El rocanrol va como un avión. Ahora nos llamamos Rico and Roll y ha habido algunos cambios en la formación. Pero seguimos haciendo rock. Algunos temas propios y versiones de Led Zeppelin, Rosendo, AC DC, Burning...

—¿Sigue acordándose mucho de León?

—Sí. En parte es mi segunda casa. Pasé muchos veranos en Valencia de don Juan. Mi primer campamento, con 9 años, fue en Boñar. Tengo amigos, como Gus Geijo y su mujer. Y me gusta su gente. Puede estar muy bien el casco histórico o la gastronomía de los sitios, pero como no haya buena gente... Y en León la hay. Gente cálida y normalota.