CULTURA ■ encuentro internacional de ocultura
«Juan Pablo II quiso dinamitar la URSS imbuido por Fátima»
Javier Sierra desvela hoy en el Auditorio la influencia del milagro portugués en la geopolítica europea.
El periodista y escritor Javier Sierra. ARCHIVO
Lugar: Auditorio Ciudad de León.
Hora: 20.30.
Entradas: con invitación (retirada en taquilla).
VERÓNICA VIÑAS | LEÓN
No es un milagro, sino una casualidad. Hoy se cumplen exactamente cien años de la última aparición de la Virgen en Fátima y Javier Sierra, periodista y escritor especializado en temas de misterio, se adentra en uno de los casos de apariciones marianas más fascinante. Según la tradición católica, la Virgen habría confiado a tres pequeños pastores los llamados ‘tres misterios de Fátima’.
«En la última aparición, ante 60.000 personas, se produce un acontecimiento extraordinario, tal y como había anunciado la Virgen. El sol bailó ante ellos», relata Sierra, coordinador del Encuentro Internacional de Ocultura, en el que hoy él será el protagonista junto a Enrique de Vicente, fundador de la revista Año Cero, colaborador habitual del programa de televisión Cuarto Milenio y autor de libros como Claves ocultas del código Da Vinci.
El atentado al papa Juan Pablo II sería una de las revelaciones de la Virgen a los pastores; las otras dos: el fin de la I Guerra Mundial y el inicio de la II, y el auge del comunismo. Cuando el pontífice polaco fue tiroteado por Mehmet Ali Agca en 1981, siempre creyó que la Virgen de Fátima había desviado las balas. Un año después del atentado, cuenta Sierra, el papa entregó al santuario de Fátima uno de los proyectiles, que engastó en la corona de la Virgen.
El autor de El ángel perdido intentará desentrañar en el Auditorio la enorme influencia que tuvieron ambas historias —el ‘milagro’ astronómico que presenciaron miles de fieles y las apariciones marianas que marcaron a Juan Pablo II—, en la geopolítica europea.
Y es que el papa Wojtyla «intentó dinamitar a la antigua Unión Soviética, imbuido por los mensajes de la Virgen de Fátima». No hay que olvidar que durante la Guerra Fría la URSS encarnaba al ‘imperio del mal. Para los jerarcas soviéticos, la elección del cardenal de Cracovia como papa fue contemplada como una amenaza mortal para la supervivencia del modelo comunista. Temían que Wojtyla avivara el anticomunismo en la masa católica silenciada de Rusia y sus países satélite. Informes de agentes soviéticos en el Vaticano hablan de la «actividad subversiva» del papa y de su política de «sabotaje ideológico del sistema socialista».