CULTURA ■ PATRIMONIO
La nueva piel de San Marcos
Retiran la mayor parte de los andamios que cubrían la fachada del monumento. La limpieza, que culminará en febrero, se aprecia sobre todo en medallones y molduras

San Marcos con la piedra que ha recuperado su color original, más blanco.
e. gancedo | león
La legión de paseantes y asiduos a los bancos de la plaza que se extiende a sus pies —que es no poco numerosa—, anda estos días dividida con los resultados de la gran restauración a la que están sometiendo la fachada de San Marcos de León. La parte más visible del Parador nacional lleva varios meses siendo objeto de unas intensas labores de limpieza y rehabilitación de elementos que la ha dotado de una tonalidad muy clara, en fuerte contraste con las partes aún no tratadas. A algunos les satisface esa ‘nueva piel’ que está estrenando el monumento plateresco mientras que otros no terminan de habituarse a la desacostumbrada blancura de la piedra. Hace unas semanas, los trabajadores retiraban todos los andamios de la parte más extensa de la fachada, con lo que la impresión de limpieza se ha acentuado, lo mismo que han proliferado las fotografías tomadas por los ciudadanos a la vista —todavía— de la diferencia con el cuerpo central y el tramo aún no restaurado. El presupuesto global de estos trabajos, cuya necesidad se puso especialmente de manifiesto en 2013 después de que una de sus gárgolas se desplomara al suelo —fue la misma señal de alarma que ya antes había saltado en la Catedral—, asciende a un millón de euros. Y está previsto que finalicen en febrero de 2018, por lo que en parte convivirán con la otra gran remodelación del edificio: la que obligará a cerrar sus puertas el próximo 15 de diciembre y que durarán, previsiblemente, 18 meses. Una modernización total del histórico parador con un presupuesto de casi trece millones de euros en su primera fase, la que se refiere al edificio histórico. La segunda fase, aún más ambiciosa, alcanzará los 35 millones de euros e incluye la elevación de todo un nuevo edificio con capacidad para 129 habitaciones.
En cuanto a los trabajos actuales en la fachada, precisaron de un escaneo integral de toda la superficie para conocer en profundidad los males que la aquejaban —suciedad y polución que se suma a restauraciones anteriores poco cuidadosas— y a una labor de artesanía manual para limpiar cada uno de los segmentos de piedra. Algo que se aprecia bien en las molduras y otros elementos ornamentales que cuajan la fachada, pero especialmente en los medallones con retratos de personajes históricos y legendarios que corren por su parte baja. La limpieza, en ellos, ha sido muy profunda pero en ningún caso se han repuesto o ‘recreado’ cuando faltaban determinadas piezas de los mismos.
Las obras están siendo sufragadas por el Ministerio de Fomento con cargo al uno por ciento cultural y por American Express a través de su programa World Monuments Fund para restauración de monumentos históricos en todo el mundo, anunciado a los medios en el mes de junio de 2014.
TECNOLOGÍA Y ARTESANÍA. La restauración de la fachada de San Marcos ha precisado de un escaneo integral para conocer sus dolencias. El diagnóstico incluyó medallones dañados, cornisas y frisos desgastados y a punto de romperse, y piedras desescamadas y fisuradas.

El ahora y el ayer de San Marcos. La piedra ha recuperado su color original, más blanco. MARCIANO PÉREZ/ JESÚS F. SALVADORES