Diario de León

Trashumancia

Las merinas tiñen Babia con la música de los cencerros de siglos

Las ovejas ya llevan mes y medio en los valles de la montaña de León

Publicado por
CRISTINA FANJUL/DIARIO DE LEÓN
León

Creado:

Actualizado:

Las ovejas merinas que llegaron a la comarca de Babia el pasado mes de junio cincelan ya el paisaje de sus valles.  Alrededor de 2.500 ovejas ‘suben’ hacia el 20 de junio desde Extremadura a León y allí pasan la primavera y el verano. En los pastos de Babia pasan cuatro meses, 120 días durante los cuales los pastores que las cuidan no bajan del chozo. Es así que los animales ‘se comen’ dos primaveras, la de

León y la de Extremadura. 

Sin embargo, y a pesar de que la trashumancia es una de las tradiciones más arraigadas en el Reino, su protección no se ajusta a la importancia que tiene para la economía y la riqueza cultural que entraña. De hecho, la trashumancia resulta capital para la biodiversidad  puesto que permite que se siga produciendo intercambio biológico entre León y Extremadura. Son las ovejas, a través de esta tradición milenaria, las que llevan semillas de una zona a otra. Las cañadas reales son, por lo tanto, corredores naturales y hacen posible que se mantenga la biodiversidad. Los expertos son claros en este sentido: "«La oveja ha moldeado el suelo. Las zonas de trashumancia no tienen bosques. Si las ovejas desaparecieran de  repente, lo que nacería sería monte bajo, con todos los perjuicios que eso supondría», asegura Efrén García Fernández, ingeniero técnico agrícola que trabaja como mayoral en una de las dos ganaderías que a día de hoy conservan la tradición de la trashumancia. Cita entre ellos la pérdida del paisaje de praderas, pero también la despoblación de la montaña por la disminución en el número de animales. 

Y es que a pesar de que Castilla y León tiene una enorme red de vías pecuarias —28.479 kilometros

de longitud, de los cuales León cuenta con 2.320 — no ha apostado nunca de forma firme y decidida por este enorme patrimonio. 

tracking