Anguissola y Fontana reinan en la programación de los museos prevista en otoño
efe | madrid
La exposición «Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana», con la que el Museo del Prado enfila la recta final de su bicentenario, encabeza la programación de los museos españoles para el otoño, junto a nombres como Delfhine Seyrig, Mario Merz y Goya.
La extraordinaria programación del aniversario de la pinacoteca madrileña continúa en otoño con una propuesta que ha supuesto un gran esfuerzo: reunir en un mismo espacio por primera vez a Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana, dos pintoras que gozaron de gran prestigio en su época pero que luego cayeron en el olvido.
La muestra, con más setenta obras, pone a dialogar la personalidad artística de ambas pintoras que rompieron estereotipos en su época y sobre todo, el escepticismo, sobre las capacidades creativas y artísticas de la mujer.
Esta es la segunda exposición del museo protagonizada por mujeres -la primera fue la bodegonista Clara Peeters-.
El Prado también ha preparado «Solo la voluntad me sobra. Dibujos de Goya», fruto del nuevo catálogo razonado de los dibujos del genio aragonés, y que reunirá más de un centenar de obras del museo y colecciones públicas y privadas.
La obra de Andrés Rábago, más conocido como El Roto, también entrará en el Museo del Prado con una muestra que reúne una serie de dibujos que toman como punto de partida la obra de Goya.
El Museo Reina Sofía también encabeza su programación con una mujer, la activista Delphine Seyring (1932-1990) en la muestra «Musas Insumisas. Delfhine Seyrig y los colectivos de video feminista en Francia en los 70 y 80».
La francesa compaginó su carrera en el cine con el activismo y creó en los 70 el colectivo «Las Insumisas» junto a Carole Roussopoulos, Ioana Wieder y Nadja Ringart.
El Reina mostrará también en otoño una serie de retrospectivas: de Mario Merz, uno de los máximos exponentes del «arte povera», del pintor español Miguel Ángel Campano y ha preparado la primera monográfica en España del artista romaní Ceija Stokja.