«Los cuatro y con vitorinos»

No había tenido oportunidad Gustavo Postigo de hablar en público sobre la plaza de toros de El Parque, de la que es propietario, de la impresionante remodelación llevada a cabo, que incluye la cobertura con una cúpula de cristal practicable, y de los proyectos, taurinos o no, que planea desarrollar. Lo hizo ayer, en la segunda jornada de las Tertulias Taurinas, que organiza el Diario de León y que se celebran diariamente en el hotel Conde Luna. «Hemos intentado hacer una plaza de toros cubierta, pero con sentimiento taurino, porque somos gente del arte. A eso había que añadir la guinda de un cartel que realmente está al alcance de cualquier empresario, pero que nadie había hecho. El público de León es entendido, lo ha entendido y prueba de ello es que se ha llenado la plaza. Y eso nos da esperanzas para afrontrar proyectos más ambiciosos». Postigo, que no quiso entrar en detalles, y menos cuando Manolo Molés, director de las testulias, le preguntó por la caja -«yo no hablo de esas cosas», contestó-, no afirmó tajantemente que fuera a repetir el cartel original de ayer, pero dejó entrever que sí. Y asintió, o lo pareció, cuando Molés elevó, en representación de la afición, el nivel de exigencias. ¿Con vitorinos?. «No se descarta nada», contestó. Y así quedaron las cosas en ese punto, para satisfacción de la audiencia, que ayer abarrotó de nuevo el escenario de las tertulias. El empresario, visiblemente emocionado y satisfecho, por el desarrollo de la fiesta, especialmente por la corrida de ayer, dedicó casi todo su tiempo a elogiar al que paga: «El público de León es fenomenal. Cuando protesta, y hoy pudimos comprobarlo, lo hace con razón y de verdad, que se oiga bien. Y los silencios son muy significativos. Nosotros, y lo digo como leonés, no somos pueblerinos ni cursis. Somos lo que somos, gente muy especial, distinta. Y queremos tener lo mejor». Las tertulias reunieron en la misma mesa José Manuel Sánchez, leonés y presidente de la plaza de toros de Las Ventas, y El Juli, es decir, sancionador y sancionado en una polémica tarde en Madrid por distinto criterio sobre devolver o no un toro. «Son cosas que pasan y yo pongo por delante mi voluntad de triunfar por encima del dinero. Así que pago la sanción y ya está», dijo El Juli. Y en ese punto, ambos se dieron la mano y zanjaron la cuestión que los enfrentaba entre la aprobación generosa de los aficionados.