Diario de León

Cobos: «El Teatro Real no puede ser un espacio de relación social»

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Carlos Mínguez - MADRID.
León

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Un año han tardado Cultura y la Comunidad de Madrid en convencer a Jesús López Cobos para que aceptase la dirección musical del Teatro Real, un lugar que tiene muy claro «no puede ser de relación social y sí de difusión de la cultura», según afirmó ayer poco después de firmar su contrato con el coliseo. Contrato que se hará efectivo en septiembre del 2003 y que estará en vigor hasta el 2007, el mismo año en que termina también el del nuevo director artístico del Teatro, Emilio Sagi, con quien López Cobos comparte la opinión de que el Real «se abra a la sociedad. Tiene que ser accesible -dijo- a más público que hasta ahora». Con el nombramiento del director de orquesta zamorano, la batuta española más internacional en estos momentos, concluye el proceso de renovación del equipo gestor del Real, tras la dimisión hace meses del anterior gerente, Juan Cambreleng, y el fallecimiento del maestro Luis Antonio García Navarro, su director artístico-musical desde su reapertura en octubre de 1997. «Comienza una segunda etapa, de consolidación y proyección, que espero sea fructífera», afirmó Inés Argüelles, la nueva gerente, en presencia de López Cobos y Emilio Sagi, flanqueados los tres por el secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, y por Eduardo Casanueva, patrono de la Fundación Teatro Lírico en representación de la Comunidad de Madrid. Si, tras el nombramiento de Sagi, Cambreleng dimitió porque quería llevar él solo el timón del barco que es el Real, López Cobos tiene muy claro que el capitán es Inés Argüelles, Emilio Sagi el timonel y él «el jefe de máquinas». Y todos deben conducir el barco «en la misma dirección. Y eso -recalcó- ocurrirá a partir de ahora». «No podemos trabajar unos contra otros, sino todos para uno», afirmó quien ha sido director de la Opera de Berlín durante casi veinte años, director invitado de las más prestigiosas orquestas del mundo y director artístico de las Orquestas de Cámara de Lausanne y Sinfónica de Cincinnati, además de la Nacional de España entre 1984 y 1988, año en que abandonó la ONE harto de burocracia, enfrentamientos e incomprensiones. «Deseo que el Teatro Real sea noticia por sus actividades artísticas y no por rencillas personales», insistió el músico y director Luis Cobos, quien desea, sobre todas las cosas, «trabajar en equipo». «Las rencillas internas anteriores fueron malas para la imagen externa. Discusión, sí, pero no es bueno para nadie ir más allá», insistió.

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