Espectáculos
Teatro de altura en el Auditorio
La compañía Brama sube a las tablas ‘La violación de Lucrecia’, una recreación de la obra de Shakespeare que viaja desde la profundidad a la contemporaneidad
La actriz Cristina Izquierdo, durante la interpretación de la obra ‘La violación de Lucrecia’. DL
Lugar: Auditorio de León.
Hora: 20.30.
La violación de Lucrecia es teatro puro por derecho, sin tópicos. Con Nuria Espert, Miguel del Arco elevó este título a la excelencia. Ahora llega a León de la mano de Brama Teatro, con Cristina Izquierdo como protagonista y bajo la dramaturgia y dirección del leonés Enrique López. Si lo importante está en lo interior, este Shakespeare tiene los ingredientes de los suculento y lo imprescindible.
Brama Teatro lanza estos ganchos directos para que hoy sea una velada teatral de altura: Una mirada más actual que nunca al poema de Shakespeare desde una estética contemporánea sobre la vida de una mujer que cambió el sistema político del Imperio Romano. El infierno está vacío. Todos los demonios están aquí. Cuando el monarca Tarquino decide tomar a una mujer, una mujer SÍ puede hacer algo y decide su destino. La belleza y la crudeza de las palabras de Shakespeare en un momento más necesario que nunca .
Poema narrativo
Con estas premisas, que la compañía dispara como promoción del espectáculo se da paso a la explicación de un proyecto que propone una construcción a través del poema narrativo de Shakespeare de 1594 elaborado en las formas, discursos y lenguajes escénicos contemporáneos. Así, la obra tiene el doble valor de recordarnos las fuentes originales, y hacer consciente al espectador de la validez y significado del mito en nuestros tiempos. La novedad reside, entre otras cosas, dentro del complejo y variado entramado de la creación escénica, en las formas dramáticas y estéticas utilizadas, en los lenguajes escénicos empleados, o en la utilización del mito para la elaboración de discursos, presentación de posturas individuales o colectivas, e incluso reivindicaciones en algunos casos, propias de nuestro tiempo.
Si Bertrand Russell decía que la historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable, aquí la verdad consiste en contarlo para, como fin obligatorio del teatro, remover al espectador. Salir curado aunque sea de dureza. Brama Teatro, compañía audaz, pone así en pie un título que plantea con solidez y contemporaneidad para llegar así a la esencia de la obra, cercana e inolvidable.