«El urbanismo actual elimina los rincones de las ciudades»

Sólo un hombre con la paciencia y el ánimo sosegado de José Luis Guerín podía haber empleado tres años en la elaboración de una película, más de 120 horas grabadas que sufrieron un intenso proceso de selección y filtro mediante el cual quedaron convertidas en 125 minutos de historia viva, una emblemática película en la historia del documental español; su nombre: En construcción. Premio Goya y Premio de la Crítica en el Festival de San Sebastián, cinta laureada en diversos certámenes internacionales y paseada con éxito por medio mundo, su director se encuentra en la capital leonesa para ofrecer, hoy, una conferencia dentro de ciclo Excentrici(u)dades con la que se cierra esta serie de ponencias y mesas redondas sobre urbanismo y arquitectura. La cita será a las 19.00 horas en el Centro Cívico León Oeste. Guerín adelantó que en esta charla «desarrollará diferentes reflexiones» surgidas «durante el rodaje de En construcción». «La película -continúa el cineasta- se nutre de las vicisitudes experimentadas por trabajadores y vecinos de un barrio popular en extinción». Se refiere a El Raval de Barcelona, una zona que sufrió un intenso y traumático proceso de transformación. De esas largas horas de grabación surgieron pensamientos «en torno a los vínculos que se establecen entre el paisaje urbano y el paisaje humano». En la charla, además, «surgirán sin duda diferentes ideas sobre cine y arquitectura». A juicio de Guerín, arquitectos y cineastas se parecen «en cuanto a las fricciones y tensiones que mantienen con sus respectivos promotores». Y así, éstos últimos persiguen siempre la máxima eficacia y rapidez «pero con el mínimo riesgo» que supone la innovación que pretenden los primeros. Ambos grupos «deben pactar y ceder» para llegar a un equilibrio, y el resultado debe, siempre, estar de acuerdo y armonía «con el entorno». Es un «diálogo con el espacio» que no cumplen muchos edificios «impersonales» porque el entorno urbanístico, afirma, «condiciona totalmente el estilo de vida». La política urbanística actual tiene «a eliminar los rincones de nuestras ciudades» y a empujar hacia la periferia los «trapos sucios» y las bolsas de marginalidad. Guerín también hablará de la pérdida «de la vida de barrio» y su sustitución por los «grandes centros comerciales».