Leoneses en el centro de la Movida

Pablo Pérez-Mínguez Poch (Madrid, 29 de diciembre de 1946 - Madrid, 22 de noviembre de 2012) pintó a la mujer y el hombre moderno a base de fotografías que retratan una época.

Su obra le convierte en uno de los fotógrafos más trascendentes del último cuarto del siglo XX y ahora una retrospectiva hace honor a esa trayectoria en la que, cómo no, hablando de un artista eminentemente pop la Movida con Madrid como epicentro ocupa un lugar principal.

Pablo Pérez-Mínguez. Modernidad y Movida de un fotógrafo transgresor es el título de la exposición que se puede ver en hasta el 15 de enero en la Sala de Exposiciones del Archivo Regional, en la calle Ramírez de Prado, número 3, de Madrid. Y en diferentes frentes, artísticos y coyunturales, la presencia leonesa es patente en tres nombres cargados de personalidad.

Luis Miguélez es ahora Frisch, proyecto del que él mismo dice que como su propio nombre indica pretende ser algo fresco.

Pero la trayectoria de el más berlinés de los leoneses y seguro que viceversa está plagada de hitos que bien merecen algún día un buen repaso. Porque si ha participado en proyectos dispares, la línea continua de Miguélez es la del talento siempre a flor de piel, regalándolo por ejemplo junto al irrepetible Carlos Berlanga o con las incursiones posteriores llenas de glam y de punk e irreverencia urbanita con la siempre interesante factoría musical que es Subterfuge.

Como siempre, Luis Miguélez aporta algo hasta en su forma de contarse: «Empecé en las orquestas de baile, tocando en los pueblos. He ido pasando de la era analógica a la digital. He evolucionado con la tecnología. El negocio de la música es el que más se ha visto afectado, igual que la prensa o los fotógrafos. Pero estoy vivo y que me quiten lo bailao», decía el año pasado a este periódico.

Si Luis Miguélez ocupa por derecho un lugar destacado en ese firmamento de estrellas del pop que creó Pablo Pérez-Mínguez, otro nombre a destacar es el de la leonesa María José Serrano, Jose. De Corazones Automáticos, con los Auserón, fue entrando en la parte más irreverente de La Movida. Las Chinas fue su grupo base durante un tiempo antes de pasar a esos nombres de culto que sin llegar al gran público compartieron ideario y creaciones con nombres como Fernando Márquez o Vainica Doble. Así es como su carrera se centra con Kikí d’Akí.

Si la lista de grandes estrellas que propone Pablo Pérez-Mínguez no atiende a procedencias, Imanol Arias, leonés de  Riaño y de Bilbao, aparece en este singular cielo puesto que puede decirse que apareció en el momento y el lugar adecuado y aunque su vocación de actor primara formó parte de lo que de intenso y efímero tuvo La Movida. Si Anillos de oro le encumbró, con Cuéntame su trayectoria se ha convertido en eterna.