Diario de León

ESTRELLA EN SANTA COLOMBA DE SOMOZA

El Archivo Gráfico de la Era Pop ficha a Pérez-Mínguez

La familia del destacado fotógrafo, gran retratista de la Movida y creador de portadas históricas, dona la colección completa de la mítica revista ‘Salut les Copains’

Rocío Pérez-Mínguez, sobrina del artista e impulsora de la donación, junto a Álex Diez, responsable de la Fundación Club 45. BENITO ORDÓÑEZ

Rocío Pérez-Mínguez, sobrina del artista e impulsora de la donación, junto a Álex Diez, responsable de la Fundación Club 45. BENITO ORDÓÑEZ

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Pablo Pérez-Mínguez (Madrid, 1942-2012) será una estrella del pop en Santa Colomba de Somoza, como lo fue en vida con su obra fotográfica. Porque su ojo está detrás de retratos para la historia o portadas de discos clave de la Movida pero no solo eso. El Archivo Gráfico de la Era Pop de la Fundación Club 45 dirigida por Álex Diez le ficha ahora en condición de coleccionista gracias a la donación de su familia.

Pero en el caso del que fuera líder de Los Flechazos o Cooper siempre se sabe que hay un hilo conductor que conecta a muchas más cosas. En este caso, se trata de la colección completa cuidadosamente encuadernada del Salut les Copains , revista francesa de pop referente de los años 60 y que en el caso de Pérez-Mínguez fue una especie de guía espiritual estética de la que se nutrió para luego volar libre creativamente y trascender como autor con nombre propio de una imponente carrera en la que fue arte y parte y también testigo.

Iniciativa

Gracias a la familia Pérez-Mínguez, el archivo de la era pop contará con el legado del fotógrafo

Tener esta colección completa en una fundación dedicada al pop sería ya de por sí suficiente motivo. Pero además de la coherencia, Álex Diez tira de emoción para descubrir el doble acierto: «Es como si Paul Weller donara sus discos de Los Beatles. O Almodóvar las películas que le marcaron», explica, lo que da verdadera entidad a este generoso acto de donación celebrado ayer en Madrid, en el que Rocío Pérez-Mínguez, sobrina del fotógrafo, representó a la familia en lo que supone extender la huella creativa a lo que será el epicentro del pop en España con sede en Santa Colomba de Somoza.

Pablo Pérez-Mínguez (Madrid, 1942-2012), en una exposición suya en 2006. KIKO HUESCA

Pablo Pérez-Mínguez (Madrid, 1942-2012), en una exposición suya en 2006. KIKO HUESCA

«Tener presente de esta manera el nombre de Pablo Pérez-Mínguez creo que es muy importante para el archivo, además de la conexión con la cultura pop que supone contar con la colección completa de Salut les Copains », explica Diez, que también alude a esa gran influencia que en Pérez-Mínguez ejerció Jean-Marie Périer, fotógrafo francés fundamental en la trayectoria de la revista y que de alguna manera influyó en trabajos llevados a cabo por el español, como es el caso de aquellos de primera época realizados para cantantes como Mari Trini o Cecilia.

El lugar adecuado

Santa Colomba de Somoza, con Club 45 a la cabeza, se confirma como epicentro del pop

«El sitio adecuado para la colección es la Fudación Club 45 , porque esa revista y esas portadas le influyeron. Salut les Copains le marcó y le inspiró», indica Rocío Pérez-Mínguez, quien añade en alusión a su tío que «él estaría encantado de formar parte», asegura sobre quien será para siempre un exponente fundamental de la fotografía del último cuarto de siglo.

Universal y personal

El primer virtuosismo del fotógrafo Pablo Pérez Mínguez es haber sido un nombre clave de su tiempo y dedicar parte de su trabajo a ese contexto concreto que sería la Movida, y a la vez ser un nombre propio fundamental de la fotografía española de todos los tiempos. Es decir, también ser universal y desarrollar un concepto con lenguaje propio.

A vueltas con la huella perdurable, Pérez Mínguez lo consiguió en un periodo de tiempo fulgurante y cuestionado pero también un fructífero canto al pop como fueron los años 80 en España. Pero este artista de la imagen, que nació en Madrid en 1946 y falleció en la misma ciudad en 2012, trasciende por su obra completa, por lo que como recientemente exponía Víctor Coyote, músico y creador de entonces y de ahora, si se tratara de delimitar algo sería detectar el poso cultural, y en Pérez Mínguez lo hay de sobra. Por cierto, al hilo de aquella época ochentera, si por sus rostros se conocerá, gran parte de que así sea es gracias a Pablo Pérez-Mínguez.

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