Diario de León

ARTE EMIGRADO

Tesoros leoneses en el Museo de Cataluña

Un retablo del Maestro de Astorga, dos arquillas del monasterio de Santa María de Nogales o una cruz del siglo XII son algunos de los tesoros leoneses que fueron a parar al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC).

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El Museo de Cataluña posee obras de los tres máximos exponentes del Gótico y Renacimiento leonés: Nicolás Francés , el Maestro de Palanquinos y el Maestro de Astorga . Algunas de ellas pertenecen a retablos hoy desaparecidos que, en su día, fueron desmantelados y vendidos. Varias pinturas acabaron en el museo barcelonés a través de donaciones, después de permanecer décadas en colecciones particulares.

Milagro en el monte Gargano, atribuida a Nicolás Francés, autor del retablo original de la Catedral de León y «una de las primeras espadas de la pintura del segundo tercio del siglo XV», según el museo catalán, representa el famoso milagro del arcángel en el que el pastor Gargano recibe el impacto de la flecha que había disparado al toro extraviado de su rebaño.

Retratos leoneses

En el museo también hay dibujos de tres artistas catalanes que pintaron escenas de León

De este conjunto, desmembrado en la actualidad, se conocen otras tablas dispersas, una en el Museo de Montserrat y otra en el de Cincinnati (Ohio). La tabla de Nicolás Francés pertenece al ‘lote’ de veinte obras procedentes de la colección Gallardo Ballart, una de las donaciones más importantes en la historia del museo catalán. Ingresaron en 2015, como dación en pago de impuestos. Algunas obras de esta colección figuran como «anónimas de Castilla», aunque bien podrían proceder de León.

El museo ubicado en Montjuïc también custodia del Maestro de Palanquinos La Virgen de la leche con un donante , perteneciente a la colección Plandiura (1932), una obra de la segunda mitad del siglo XV de procedencia desconocida.

La Astorga de MontjuÏc

Del Maestro de Astorga el MNAC posee parte del retablo de la Pasión de Cristo (fechado en 1530), de la catedral de Astorga, con escenas como P legaria en Getsemaní y flagelación, Lamentación sobre Cristo muerto y apóstoles o Prendimiento y resurrección de Cristo. Formaban parte de la colección Muntadas y llegaron al museo en 1956. Otra obra del mismo maestro, la titulada Sagrada familia con san Juanito, estuvo originariamente en la capilla del cementerio de Astorga. De esta ciudad también salió para Cataluña un ex libris del marqués de Astorga, un grabado del siglo XVII que fue parte de la colección Riquer (1921).

El museo de Montjuïc atesora dos curiosas arquillas que en su día pertenecieron al Monasterio de Santa María de Nogales. Un cenobio cisterciense femenino situado a diez kilómetros de La Bañeza, donde fueron sepultados, entre otros nobles, Suero de Quiñones y su esposa Elvira de Zúñiga, cuyos sepulcros de mármol, del siglo XVI, se encuentran actualmente en la Hispanic Society de Nueva York. La primera de las arquetas, del siglo XIV, es de piel gofrada, con elementos metálicos e interior de pergamino, decorada con motivos heráldicos y animales. Según consta en el MNAC fue adquirida en 1949. La segunda arqueta, del siglo XIII, es una aleación de plomo y estaño troquelado, toda ella decorada con imágenes de guerreros.

Una cruz medieval

Una de las piezas más enigmáticas es una Cruz de Petrus del año 1122, según reza en la inscripción. Se trata de una cruz procesional, de «origen castellano-leonés», según el museo, pero que bien podría ser leonesa. Tiene forma de cruz latina y originariamente llevaba engastadas cinco piedras de cristal de roca, de las que solo se conserva la central, esférica y de mayores dimensiones.

Actualmente el Museo de Cataluña acoge una exposición temporal dedicada a la fotógrafa Mey Rahola.

Mey Rahola (León, 1897 - Vaucresson, 1959). Fue una de las primeras mujeres en hacerse un nombre en el ámbito de la fotografía artística en España. Una mujer independiente, viajera, empática e irónica. La Guerra Civil y el exilio truncaron esa carrera.

En la colección del Museo de Cataluña también hay varias obras leonesas de artistas catalanes, como varios dibujos de Baldomer Galofre (1846-1902). En dos de ellos plasmó rincones de León, como una reconocible esquina de la plaza del Grano, y en otro ‘burros leoneses’, obra fechada en 1887, Frederic Brunet (1873-1929) inmortalizó en tinta a un grupo de campesinos leoneses. Más pomposo es el dibujo de 1860 firmado por Francesc Torras Terrasa en el que representa la proclamación de Alfonso VI de León, tras la jura de Santa Gadea.

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