San Isidoro tiene un punto cada vez más débil

Tal vez la respuesta esté en el viento, las lluvias y el mal tiempo, pero el caso es que algo se cae, y como el hecho se reproduce periódicamente convendría ir poniéndole solución antes de que los males sean mayores. La zona del ábside de San Isidoro en la calle Sacramento vuelve a registrar restricciones a los peatones que paseen y pasen por la zona debido a nuevos desprendimientos de una piedra débil y dañada. Ocurrió entre este jueves y este viernes y de momento solo una banda rojiblanca determina peligro sin definir, aunque se supone que será en todas las direcciones, si para los viandantes o para el propio templo.

Ayer, el abad de la colegiata leonesa, Luis García Gutiérrez, explicó a este periódico que aunque no había sido nada grave en cuanto a riesgo para la ciudadanía se había decidido cerrar la zona por el desprendimiento de parte de la cornisa. «Es una parte que se encuentra en peor estado que el resto. De hecho, las figuras están enfundadas para adelantarse a posibles desprendimientos. Y está claro que hay que hacer algo pero se trata de una solución que debe venir con ayuda de las instituciones, porque nosotros solos no podemos hacer frente a todo el arreglo», explicó ayer García Gutiérrez a Diario de León.

Concurren por tanto estas circunstancias que también tienen que ver con las obras en general de restauración de San Isidoro, incluida la flamante renovación de su museo , uno de los más importantes de Europa en cuanto a la representación histórica y del románico con estancias únicas como el Panteón de los Reyes y atractivos cuasi mediáticos como el cáliz de Doña Urraca.

Tras la restauración emprendida en 2001, resulta por tanto que aún hay algunas zonas que no se han intervenido, como es esta. En concreto, en el lugar donde se han caído piedras. El arquitecto conservador de San Isidoro, Ramón Cañas, explicó en su día que harán una nueva revisión de las cornisas y de las partes más expuestas. Según decían entonces, en la zona del ábside no habido ninguna restauración desde hace más de veinte años. Sería uno de los puntos a restaurar de la joya del románico, junto con los pináculos, las cresterías y las fachadas del claustro conventual. El abad de San Isidoro, Luis García Gutierrez, afirmó que harán un informe que remitirán a la Junta, a la que ya enviaron otro anterior. «Pero las cosas de palacio van despacio», decía ayer.