Diario de León

La artista que perdió la vida por sus ideas

La muestra sobre Ana Mendieta reivindica a una pionera del ecofeminismo

Imagen perteneciente a la serie fotográfica ‘Trasplante del bello facial’. ANA MENDIETA

Imagen perteneciente a la serie fotográfica ‘Trasplante del bello facial’. ANA MENDIETA

León

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Su vida fue tan dramática como su obra. Ana Mendieta ha hecho pequeñas ‘apariciones’ en el Musac desde los comienzos del centro de arte contemporáneo de Eras de Renueva. En 2010 el arquitecto, artista, agitador cultural y visionario Andreas Angelidakis realizó en el museo leonés uno de los proyectos más sobresalientes de su carrera, bajo el título Modelos para armar, una exposición que buceaba en los infinitos mundos artísticos americanos. Para el trabajo de Ana Mendieta, una serie de imágenes con una fuerte carga de violencia, diseñó un espacio vacío y limpio, una habitación oval.

Catorce años después, el museo dedicará una de las primeras exposiciones de 2024 a la artista de origen cubano. La muestra ha podido verse hasta hace unas semanas en el MO.CO. Panacea de Montpellier y es una colaboración del Musac y el Musée des Beaux-arts de La Chaux-de-Fonds (Suiza).

En busca del origen reúne un centenar de obras producidas entre 1968 y 1985 por Ana Mendieta, fallecida prematuramente a los 36 años, al caer por la ventana de su apartamento, en el piso 34 de un edificio en Manhattan, tras una discusión con su marido, el también artista Carl André. El juicio por la muerte en extrañas circunstancias de la joven artista cubana enfrentó a una buena parte del feminismo norteamericano con los partidarios de André. Un juicio sin jurado en el que el arte de Mendieta fue utilizado como «prueba» de la supuesta inestabilidad mental de la víctima. A partir de entonces, organizaciones feministas han protestado cada vez que se organizaba una exposición con obras de Carl André, bajo el lema ‘¿Dónde está Ana Mendieta?’.

Detalle de la obra ‘Tree of live’ (1976). WHITNEY MUSEUM OF ART

Detalle de la obra ‘Tree of live’ (1976). WHITNEY MUSEUM OF ART

La exposición que albergará el Musac explora en particular cómo Mendieta nunca dejó de reinventarse. Desarrolló un lenguaje escultórico original y efímero, nutrido de su investigación sobre los mitos primitivos.

En busca del origen, comisariada por Rahmouna Boutayeb y Vicent Honoré, se centra en revelar la relación de Mendieta con lo visible y lo invisible, su manera de hacer inteligible lo indecible a través de la huella del cuerpo, y cómo éste se relaciona con la naturaleza. Fue una auténtica visionaria y una pionera en el arte feminista y el ‘land-art’, basado en utilizar el medio natural para la creación artística. Produjo incontables obras en fotografía, vídeos, pintura, performance s... si bien ella se consideraba, ante todo, escultora.

Icono feminista

«Mendieta es muy conocida como símbolo y eso ha escondido el poder extraordinario de su obra»

Nacida en La Habana en 1948, a los 12 años se exilió junto a su hermana Raquel a Estados Unidos con la llamada Operación Peter Pan (una maniobra coordinada por el Gobierno de EE UU, la Iglesia católica y los cubanos exiliados, para llevar a más de 14.000 niños de Cuba al país norteamericano). A partir de 1980, Mendieta viajaría en siete ocasiones a la isla.

Obras inéditas

Aparte de la fascinación que sigue ejerciendo Mendieta, casi cuarenta años después de su trágica muerte, uno de los grandes atractivos de la exposición que albergará el Musac es la inclusión de doce obras inéditas, obras primerizas que realizó a los 20 años, con claras influencias del arte mexicano y las culturas precolombinas. También algunas diapositivas realizadas por Mendieta de su trabajo, descubiertas en septiembre de 2022, y la reconstrucción en exclusiva de la instalación Untitled: Silueta Series (1978), una de sus instalaciones más famosas, que simula una especie de bosque.

El director del MO.CO, Numa Hambursin, en declaraciones a la agencia Efe, aseguró que Mendieta «es muy conocida como símbolo y eso ha escondido en cierta medida el poder extraordinario de una obra, su originalidad y el hecho de que es irreductible». «Intentamos respetar su visión y su proceso como artista», afirmó entonces Raquel Cecilia Mendieta, sobrina de la artista cubana, cuya participación ha sido decisiva en la exposición. «Ella no quería ser considerada como un tipo concreto de artista, solo quería ser una artista», ha confesado Raquel Cecilia.

Sangre en las manos

Mendieta se atrevió a expresarse en maneras no convencionales. Algunas de sus obras que incorporan sangre son un alegato contra las violaciones sufridas por mujeres. A ella le conmocionó la violación y brutal muerte a golpes de la estudiante de Enfermería Sara Ann Otten, ocurrida en 1973 en la Universidad de Iowa. Otras obras reflejan el poder de la sangre como símbolo en el catolicismo y en las civilizaciones prehispánicas.

En 1979 Mendieta se unió a un grupo de artistas feministas que habían fundado siete años antes la primera galería de Estados Unidos gestionada por las propias mujeres artistas. En una fiesta en honor a la escultora Louise Bourgeois, conocida por sus esculturas de arañas, Mendieta se disfrazó de Frida Kahlo, una artista por encima de todos los arquetipos, porque, en realidad, ella es su propio arquetipo, al igual que la cubana.

Las obras de Mendieta se encuentran en los grandes museos del mundo del Moma de Nueva York al Pompidou de París o la Tate de Londres y el Reina Sofía. También el Musac posee una colección de seis fotografías de la serie Sin título (Glass on Body Imprints) [Vidrio sobre huellas del cuerpo], en las que Mendieta presionaba una pieza de plexiglás contra su cara y su cuerpo. Las imágenes distorsionadas resultantes sugieren estereotipos raciales y de género.

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