Quinientas tejas con nombres de mecenas

Las nuevas tejas de la ermita de Bercianos del Páramo están firmadas. Sixto, Laura, Javier y Yoli son algunos de los nombres, grabados con láser, de los mecenas que han aportado dinero para salvar este edificio del siglo XVII. Faltan 24 días para que concluya la campaña de micro mecenazgo, realizada desde la web de Hispania Nostra —la misma asociación que elabora la Lista Roja con el patrimonio en ruinas o en peligro de desaparecer—.

De momento, 300 personas, la mayoría anónimas, han hecho aportaciones, hasta llegar a los 16.926 euros. El objetivo mínimo era conseguir 15.000 euros, aunque se necesitan 18.000 para renovar una cubierta que deja filtrar el agua y pone en riesgo la ermita del Cristo de las Eras.

La Asociación Cultural Cofradía de la Vera Cruz, a la que pertenecen los 85 vecinos de la localidad, lanzó una petición de ‘socorro’, ante el temor de que las goteras arruinaran el retablo y el altar de la ermita, recientemente restaurados por ellos. El Ayuntamiento y la Junta Vecinal carecen de presupuesto para rehabilitar el tejado de esta edificación fechada en el año 1645 y cuya cubierta ha sido reparada en múltiples ocasiones por los vecinos. Los continuos «remiendos» del tejado solo han servido para disimular el avanzado estado de deterioro. La carcoma, las humedades y el anidamiento de aves hacían peligrar la techumbre del presbiterio.

Unidos por el patrimonio

Además de las desgravaciones fiscales (hasta el 80% de la cantidad aportada) y el nombre grabado en una teja, los mecenas reciben un diploma de cofrade honorífico de la Vera Cruz. Las donaciones se pueden hacer online o mediante transferencia bancaria, a través de la plataforma de micro mecenazgo de Hispania Nostra, que en los últimos meses ha conseguido salvar varios monumentos de Castilla y León.

Bercianos del Páramo, con nombre literario, es además un pueblo unido por su patrimonio. En 2019 los vecinos sufragaron la restauración del retablo, una hornacina de pequeñas dimensiones de estilo barroco, del siglo XVIII, con cuatro columnas salomónicas de nogal, recubiertas de pan de oro. También restauraron la mesa del altar, de estilo neoclásico. En esta intervención se descubrió el suelo original empedrado de la ermita. Ahora estos tesoros están en peligro si no se interviene de urgencia en un tejado que es pasto de las goteras.

La ermita también tiene un misterio. Un documento conservado en el Archivo Histórico Diocesano de León y redactado por un párroco en el siglo XIX desvela la existencia de una caja. El 16 de octubre de 1880, al levantarse una baldosa del altar mayor, en una caja aparecieron ciertas reliquias y un escrito que relata que en el año 1400 «el prelado don Aleramo mandó poner estas reliquias de santos y santas en un núcleo del altar mayor».

Una tradición de Bercianos del Páramo era que la última noche del año se subastara el oficio de campanero de la ermita del Cristo de las Eras, con la obligación de tocar el ‘tente nube’ cuando había tormenta y encender una vela ante la imagen del crucificado.