Twanguero trae con banda a El Gran Café su duende y virtuosismo

Twanguero es uno de los mejores guitarristas de España. DL
Lugar: El Gran Café.
Hora: 21.00 horas.
Entrada: 15/18 euros.
Guitarra eléctrica y el legado del rock and roll norteamericano. Influencias de bolero, cumbia, tejano, ranchera y rumba basadas en la guitarra clásica de América Latina. Entre todas estas aguas musicales se desenvuelve a la perfección Twanguero, una de esas visitas a El Gran Café a las que hay que responder con la asistencia a un concierto garantía de duende y virtuosismo. Porque si a priori el poderío instrumental que Twanguero, esto es Diego García, nacido en Valencia y residente en Los Ángeles (y premio Grammy), es tan apabullante que capta toda la atención inicial, rápidamente los oídos se dejan llevar por un dominio lleno de duende e inspiración. Todo ello, hoy en El Gran Café, con banda y con novedades: Panamerica, el séptimo álbum de Twanguero, editado por Cosmica Artists. 10 temas en una combinación de guitarra eléctrica y rock and roll en múltiples estilos. «Para mí, Panamerica es transportadora. Mueve la mente a otro lugar, instantáneamente. Quiero llevarte lejos de donde estás, al menos durante los tres minutos de una canción o los treinta minutos del álbum», indica.
Formado en el reconocido Conservatorio de Valencia desde los 6 años, el ganador del Grammy Latino, Diego García ha sido apodado un «héroe de la guitarra que escupe fuego» por los medios. Considerado ampliamente como uno de los mejores guitarristas de España, fue declarado El Rey del Twang de España por la revista Guitar Player. Reconocido por su fraseo poético, su fluida técnica de fingerpicking, su rara versatilidad y su tono de twang característico, García ha colaborado con grandes artistas como Andrés Calamaro, Mercedes Sosa, Juanes y Wyclef Jean, además de contribuir a bandas sonoras de películas y música para televisión. Lleva varios años radicado en Estados Unidos, concretamente en la ciudad de Los Ángeles. Panamerica captura las vibras cosmopolitas y multigénero de su trasfondo en Los Ángeles. Cuando el plan inicial de Twanguero de grabar el álbum en diferentes estudios de América fue frustrado por la pandemias, se refugió en un bote alquilado en una marina de Los Ángeles donde vivió y compuso el disco durante 18 meses.