LEYENDAS DEL ARTE LEONÉS
Uriarte y Villa, vida de artistas en Espacio E
La galería de Pablo Martínez celebra treinta años y cierra 2024 con las últimas obras de los dos legendarios artistas
Son leyenda. Y artistas incombustibles que le ponen fecha a su año de nacimiento porque llevan con orgullo y coquetería la justa el paso del tiempo. Es más, lo que hay en Espacio E, la galería de Pablo Martínez, uno de los grandes referentes del arte en León, es lo ultimísimo. Así que lo de «nacimos en el 49» es el dato, porque regodearse en el pasado no va con ellos, máxime cuando el día que te los encuentras te hablan de proyectos de futuro. Pero aquí esta este Cuarentaynueve#Treinta, una exposición de Juan Carlos Uriarte y Ramón Villa, su año de nacimiento y las tres décadas de Espacio E.
Ramón Villa recuerda esa conexión que surgió en el colegio y entre República Argentina y Lancia, sus respectivas calles. «Johnny y yo siempre hemos sido equidistantes y hemos estado unidos. Yo aprendí de él a ser más fino y él de mi a utilizar más materiales. Johnny era más geométrico y yo más matérico», explica Ramón Villa en plural, además de destacar y echar de menos ese momento en el que dos artistas se juntan para aprender y debatir. De hecho, ellos lo practicaban desde la admiración a los mayores, esto es, grandes nombres como Estrada, Jular, García Zurdo, solo por mencionar algunos de los nombres referentes históricos del arte en León.
A su vez, cuenta Pablo Martínez que el asunto se llevaba ya pergeñando desde hace un año, que en eso demuestran la coherencia de no improvisar nunca, salvo en directo, como un planteamiento que les une a los tres. Y por eso, visitar la exposición es encontrarse con sus señas de identidad, en donde hay referencias a la cultura, al arte, la literatura, la inspiración de la música, y el día a día que celebra fechas clave: «Con esta exposición queremos cerrar el año en que celebramos los treinta años de Estilo y los sesenta de colaboración entre Juan Carlos y Ramón», explican desde Espacio E.
Si quisieran una pega, ese Juntos pero no revueltos, que añaden podría debatirse, pero, en realidad, en la exposición se puede ver lo que cada uno crea, dejando las conexiones a la vista para que el espectador las descubra o las interprete a su gusto. Ahí, en calle Azorín, 22 Bajo, donde León se da la mano con Trobajo del Camino, está esta visita para acabar el 2024 con mucho arte. Y que además presentan desde la novedad. con obra nueva. Esculturas en madera o esos violines, por parte de Juan Carlos Uriarte, y 12 cuadros y una escultura, en lo que respecta a Ramón Villa.
A modo de relato, Belén Ordóñez, pianista y profesora de Música, mujer de Uriarte, se refiere así a esos violines: «Con la visión oscura del firmamento y maltratados por la vida, enmudecen, aunque no para siempre. Se mantienen hidratados con la pátina del silencio y el aroma del recuerdo. Melodías internas que aguardan con paciencia. La belleza de las curvas y Cuarentaynueve#Treinta razones más, son suficientes para desear que nos remuevan los maravillosos sonidos. Se resisten al descanso eterno (réquiem). Esperan».
Y por otro lado, en ese juntos pero no revueltos, dice Villa: «…Nos nacieron en el 49, en esta misma ciudad. Nos conocimos en las aulas del colegio y la proximidad alfabética de nuestros apellidos U-V nos hizo compartir pupitre. Nuestro interés por el arte y la música en esos años 60, los trabajos artísticos escolares compartidos, las primeras exposiciones colectivas, de grupo, carteles, portadas de libros… Mismo taller, lugar y espacio, observando y analizando con respeto y admiración la evolución del trabajo del otro, creciendo. Trayectorias equidistantes en décadas de lucha y esfuerzos en la ejecución de la actividad artística, pero con obligados puntos de reencuentros donde confrontar nuestras obras para verificar los inevitables paralelismos. Muchos años juntos. Cuarentaynueve#Treinta. Otra más en este Espacio E, reconocido, con la invitación y el interés de Pablo por compartir aniversarios. Un año, 12 cuadros en un recorrido En la memoria. Nu Sen, obra totémica en hierro como testimonio del origen del Ser. Dos tondos anudados por una soga que surge desde la concavidad en un trayecto ondulante y finaliza en suspensión inerte buscando la tierra».
Los dos, Villa y Uriarte, se encuentran en plena actividad creativa. Pero rematan el año como una oportunidad de revivir la costumbre de los artistas que se juntan. Luego llegarán exposiciones. León, Madrid, París... El arte no se para.