UN NUEVO ‘ECCE HOMO’
El empresario que se coló en una ermita como san Matías
Eduardo Lacasta encargó sin permiso a un pintor de Zaragoza que decorara un templo románico
Un empresario inmobiliario aragonés ha provocado el escándalo y malestar en la pequeña localidad de Latre (Huesca), cuyos vecinos le vieron un día representado como San Matías en unas pinturas sacras hechas en el atrio exterior de la Ermita de San Miguel, una iglesia románica de principios del siglo XII muy valorada por historiadores del arte. A pesar de la indignación que generó entre los pocos vecinos de Latre la iniciativa del empresario, con raíces familiares en el pueblo, dependiente del municipio de Caldearenas, la denuncia de un particular ante la Dirección de Patrimonio del Gobierno aragonés ha sido el detonante de toda la polémica surgida.
El alcalde de Caldearenas, Primitivo Grasa, ha explicado que este empresario, Eduardo Lacasta, condenado por estafa años atrás, encargó a un pintor de Zaragoza el diseño de un escenario de imágenes religiosas en el techo del atrio exterior de la iglesia a pesar de haber sido advertido por el párroco de que debía pedir permiso antes a la Diócesis de Jaca. El empresario, que ya había hecho algunas actuaciones de mantenimiento en la ermita debido al fervor que le inspiraba, decidió poner en marcha la decoración del techo a pesar del rechazo expresado por los vecinos. Grasa ha destacado que el enfado «explotó» finalmente cuando descubrieron entre las imágenes religiosas pintadas el rostro del empresario con la aureola propia de la imaginería sacra del románico y con el nombre de San Matías debajo de la pintura.