La factura de Lancia engorda
La construcción del museo de Lancia lleva parada 14 meses porque Patrimonio exigió modificar el proyecto al aparecer restos de un templo. Las obras se reiniciarán en marzo con un sobrecoste de 560.000 euros
Editorial: 'Por una solución definitiva para relanzar Lancia'
La ‘aldea’ astur que hizo frente al Imperio Romano parece maldita. Construir un museo al aire libre en este colosal yacimiento de Lancia fue la gran promesa del anterior presidente de la Diputación, Eduardo Morán. Pero todo lo que podía salir mal —como dicta la ley de Murphy —, acabó saliendo mal. El estudio madrileño Gon Architects que ganó el concurso para construir por primera vez en Lancia en 2.000 años, diseñó tres edificios para albergar más que un Centro de Interpretación al uso. Varias excavaciones y un ‘barrido’ del yacimiento con georradar no detectaron restos de interés en la zona donde se habían proyectado los pabellones. Pero estaban ahí y aparecieron nada más que la empresa adjudicataria de los trabajos, la leonesa Coysa, metió el pico en la tierra. Patrimonio, que había impuesto hasta tres sondeos, exigió modificar el proyecto ante el hallazgo de lo que podría ser un templo romano. La actual Corporación Provincial, que está a punto de alcanzar el ecuador de su mandato, prevé reiniciar la construcción del museo a finales de febrero o principios de marzo, según estimaciones del diputado de Cultura, Emilio Martínez Morán. De momento, el parón forzado dura catorce meses.
Los vestigios localizados han obligado a rediseñar los caminos de comunicación y el aparcamiento. Los edificios no sufrirán retoques. Según Gonzalo Pardo, al frente del estudio de arquitectura madrileño, las modificaciones «únicamente afectan a la ubicación de los edificios, que se han desplazado de forma conjunta hacia el norte de la parcela». «La configuración formal de las construcciones, así como la separación entre ellas y el paisajismo, se mantienen igual que en el proyecto original», explicó a este periódico.
Pese a los cambios mínimos, la construcción del museo de Lancia sufrirá un sobrecoste de 560.000 euros, a añadir a los 3,1 millones presupuestados inicialmente. Aunque las obras han estado paradas, Coysa ha aprovechado el tiempo para hacer adobes. Y es que uno de los puntos fuertes del proyecto de Gon Architects para ganar hace tres años el concurso de Lancia fue el uso de materiales «tan convencionales y a la vez tan innovadores como son los adobes prefabricados de tierra comprimida a alta presión», según valoró en su día el jurado. Las nuevas edificaciones —alineadas en orden creciente— están inspiradas en la arquitectura tradicional de la zona y serán de color terracota, para mimetizarse con las colinas del entorno.
También habrá zonas expositivas en el exterior de este macrocomplejo, del mismo modo que se habilitarán áreas de trabajo al aire libre, para el lavado y secado de las piezas que se extraigan del yacimiento. Con una superficie construida total de 816 metros cuadrados, el Centro de Interpretación nace con vocación de articular un territorio infrautilizado. El plazo de construcción se mantiene en un año.
Un asunto pendiente
La inacabada autovía León-Valladolid sacrificó buena parte de la ciudad astur-romana de Lancia. Los impresionantes vestigios descubiertos durante la construcción de la A-60, como un barrio industrial en el que existían fundiciones, la primera necrópolis de incineración localizada en la provincia, un tramo de calzada romana, un horno de finales del siglo I dedicado a la cocción de tejas, otro medieval, unas termas y un edificio de planta basilical, entre otras edificaciones, llevan trece años en el ‘limbo’. La Junta autorizó en 2011 al Ministerio de Fomento tapar de forma temporal los hallazgos, pero exigió que debían ser visibles y visitables, algo que no se ha cumplido y que será muy costoso llevar a la práctica. Martínez Morán tiene intención de, una vez concluido el Centro de Interpretación de Lancia, reabrir las negociaciones sobre los restos tapados. Ha pasado tanto tiempo que el Ministerio de Fomento ya no existe. Ahora es de Transportes y Movilidad Sostenible, a cuyo frente está Óscar Puente, a quien Martínez Morán deberá convencer para recuperar los vestigios de la A-60.