Diario de León

Un imprescindible del rock leonés, a escena

"Soy superfan de Lady Gaga"

El viaje de Mario Álvarez no se detiene y hace parada hoy en el Black Bourbon (19.30 horas) en donde pasa revista a su repertorio propio. Con invitados y su universo de músico fundamental de León

Pacho Rodríguez
León

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Siempre quedará la duda de si cuando nació Mario Álvarez, le dijeron a su madre: ha tenido usted un guitarrista. Lo que sí está claro es que por amor a ella hay un músico leonés empeñado en contar y cantar para que la vida sea para todos más llevadera subida a sus acordes y canciones. Si un día, cosa que habría que dudar, y mucho, eligiera no coger la guitarra, o no tocar las teclas del piano, algunos oídos finos y musiqueros de la ciudad detectarían ese día un silencio imaginario en el pentagrama de la ciudad. Y todo sería peor. O más triste. Porque él sin la música no podría vivir y los demás, tampoco. Que no suenen las alarmas porque de momento hay energías para rato. Porque Mario Álvarez es un habitual de la escena leonesa. Y si no está en la jam de El Gran Café (todos los martes desde hace unos veinte años) puede que esté en el Marcela, donde toca delante de un paisaje completamente diferente. O en otros proyectos. O en eventos en los que le contratan. O en una colaboración de lujo o en un garito. Pero hoy, más que hablar de toda esa onda expansiva que es Mario Álvarez, es el momento de hacerlo desde lo introspectivo que inevitablemente, como ha de ser la creación, surge para ser expuesta. Y que en el mundo de la música consiste en componer y dar a conocer las canciones. Todo un proceso creativo, duro, de sobreexposición, que pasa factura y que sobrellevan bien los más tendentes al exhibicionismo de su yo para acá, su yo para allá. No es el caso, y puede que eso haya influido en que una colección de canciones de Mario Álvarez, compuestas por él, aunque pudieran formar parte sin ningún problema de un gran disco, sean todavía desconocidas para su público. Claro, también influye que en la puerta del «anímense, discográficas», no abre nadie porque apenas hay alguien. Todo esto viene a santo de que como Álvarez tiende a clásico, ese sería el camino que eligiría. Pero eso ya es otra historia, que este leonés de San Mamés cunde mucho y también debatiría sobre ello.

Para poner a prueba todo este relato, hoy la sala Black Bourbon tendrá lugar un concierto de Mario Álvarez en esta versión más personal, propia, jugándosela con sus canciones, y otras, y con compañeros invitados de lujo, garantía total como Carlos Arede, bajista de Zabriskie y mucho más, o Rober García, del Plan B, músico que junto a su mujer en realidad es todo un plan A de hostelería amable rocanrolera durante el día. El concierto de Mario Álvarez es este domingo en el Black Bourbon a las 19.30 horas con apertura de puertas a las 19.00 horas y entrada a 5 euros.

Como este músico es también muy de palabra, el inciso forma parte de su discurso. Y sobre lo que piensa y lo que dice se puede asistir a una siempre interesante tormenta de opiniones que retratan el panorama y su compromiso, otra cosa que no ha perdido con el tiempo.

efecto pandemia

«Desde la pandemia me cambió un poco el concepto de mi actividad musical. Un poco en plan alimenticio aunque siempre he hecho lo que he querido. El proyecto de mis canciones siempre ha estado ahí. Justo antes de la pandemia tenía la banda formada, Libélula. Había ya un proyecto. La pandemia cambió todo. Empecé a tocar mucho en conciertos de versiones. Me contratan mucho. Ahí toco las canciones que yo elijo, las que me da la gana. Además soy profe, entonces tengo poco tiempo. Pero quiero hacer este inciso porque este año voy a retomar Libélula».

rock clásico

«Libélula será Carlos Arede, Alex Modia y Alberto. Quiero que haya teclado. Y sí, será un formato clásico. Aunque no soy obtuso sobre otros temas».

rosalías y quevedos

«¿Respecto a Rosalías y Quevedos?, respeto. Aunque el reggaeton me parece una auténtica bazofia. Pero yo soy un enamorado de la bossa nova, por ejemplo. O de la salsa. O de Metallica. Me gusta todo tipo de música buena. El mainstream de ahora es una mierda. Es mi opinión. En cambio soy superfan de Lady Gaga».

Mario Álvarez era un mod que cuando en el Layla sonaba Nirvana, alucinaba, o que fue en un concierto en el Mercado de Ganados de La Polla Récords cuando dijo «yo quiero hacer esta mierda». De Los Popels, Pipermint o Radiocrash, después Cooper, o Kurt Baker, aunque hay otros muchos nombres, vienen este Libélula, que es promesa, o realidades como Los Atributos y Ness Carbón. Por supuesto, él en solitario o ese proyecto delicatessen que es The Waiting, en donde Tom Petty es la inspiración de un grupo que más que tributo es una reunión de amigos para recordar al maestro. El resto del ideario musical de Mario Álvarez está bien surtido con los grandes nombres desde los 60 hasta hoy, de los que sabe más allá de su música porque le interesa esa vida que hay detrás del músico. Desde de The Beatles a Antonio Vega hay una larga lista de artistas. Pero Mario sigue...

autodefinición

«Tengo dos vertientes claras. En música soy anglófilo total. Beatles, Who, Kinks, Rolling... En español, claro, Antonio (Vega)».

una promesa

Libélula es un proyecto lento. El año que viene habrá disco.

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