CONCIERTO
Café Quijano: leoneses por 'Miami 1990'
El grupo se reencuentra con su afición local en un concierto de éxitos sin tregua

Café Quijano, ayer, en su concierto en el Auditorio.
Café Quijano lo han vuelto a hacer. Los hermanos Manuel, Óscar y Raúl saltaron a las tablas del Auditorio leonés como quien juega en casa y sabe qué quiere su afición. Todo cierto. Como argumentos no les faltan, se pueden permitir el lujo de ser ellos los que pongan sobre la mesa un repertorio suculento en el que cada canción suena a historias compartidas, y cada espectador tiene la sensación de que tal o cual tema es el que le identifica. Ellos prefieren la historia global de un proyecto musical que se ha convertido en una forma de vida en la que el tiempo sirve para que Café Quijano evolucione sin dar lugar a la nostalgia de los éxitos pasados que remitan a otras épocas. No les hace falta porque lo suyo es pura actualidad en gira.
Por ese camino ayer triunfaron y fueron llevando por encantamiento a lo que es Miami 1990, su nuevo trabajo, una colección de canciones que es una apuesta total a los ritmos con los que han encandilado a sus fans y en los que encuentran un sonido reconocible y una forma de hacer y cantar, en música y letras, que sería aquello de tener un lenguaje propio, como aspiración de todo creador.
También se trataba de confirmar lo que ellos han anunciado como objetivo de este Miami 1990, con el que pretenden ofrecer «un paseo por recuerdos que señalaron el punto de partida del viaje más increíble de tres hermanos, la aventura de Café Quijano. Canciones que siguen la estela, en forma y sonoridad, a las que marcaron una época con La Taberna del buda (2001) y, posteriormente, a la colección de historias contadas y cantadas en su último álbum Manhattan (2021)». Este disco es continuación del sonido Quijano más auténtico, al que, con producción de Manuel Quijano, se le incorporan detalles y reminiscencias sonoras de los 90. Y también, marca de la casa, esa manera de afrontar las canciones como un relato, léase un cuento o historias que podrían ser pequeños cortometrajes.
Por último, también lo volvieron a hacer, el concierto de ayer, en su tierra, entre amigos y fans, sirvió para confirmar que Café Quijano es un brindis generoso por el directo, manteniendo las esencias musicales que se sustentan en la experiencia intransferible de asistir a un concierto.