Premio al «Diablo Guardián»

El jurado, presidido por el novelista y académico leonés Luis Mateo Díez, hizo público su fallo en la sede madrileña de esta editorial, en un acto en el que el premiado explicó, en conexión telefónica desde la capital mexicana, que la novela, aunque se sitúe entre México y EE.UU., habla más «de las fronteras de adentro». «Viví tres años cautivo de esta historia, debiendo meses de renta, quedándome sin amigos, me aislé completamente del mundo», dijo este escritor que, además de una escultura de Martín Chirino, se embolsará 175.000 dólares (aproximadamente 187.000 euros), algo que no le impide asegurar que, después de este premio, «me imagino sufriendo por las mismas causas». El jurado, compuesto también por los escritores Esmeralda Santiago, Carmen Posadas y Alberto Fuguet, el cineasta Manuel Gutierrez Aragón y el director de Santillana Juan González, ha valorado, según explica en su fallo, «el hábil tratamiento del lenguaje oral al servicio de una narración que cautiva al lector por su dinamismo, gracia y tono picaresco». También apunta que la novela ganadora «abre además perspectivas originales al presentar los conflictos del lenguaje y cultura que surgen en el encuentro de lo hispano y lo norteamericano, a través de la voz y la peripecia de un extraordinario personaje femenino». Este personaje es Violetta, una mujer mexicana que se pasa la vida tratando de alejarse de su cursi nombre verdadero, Rosa Alba, que a los 15 años se escapa de una familia que de niña la obligaba a teñirse el pelo de rubio para que pareciera «gringa» y se marcha a Estados Unidos para convertirse, movida por una enorme pasión por el lujo, en prostituta. Su historia es contada por un escritor al que Violetta dejó sus experiencias grabadas en una colección de cintas, y por «una voz nueva, moderna», según el presidente del jurado, y que podría considerarse como «una nueva estética» que, al son de ritmos punkies como los de Iggy Pop, puede ser considerada una obra de «antirrealismo mágico», según Alberto Fuguet. Manuel Gutiérrez Aragón apuntó que la novela está «en el estilo» de recientes películas mexicanas como Amores perros o Y tu mamá también y aseguró que con el premio «hemos descubierto a un autor con futuro» al que no se conocía. Xavier Velasco, nacido en 1958 en Ciudad de México, atribuyó ese desconocimiento a «mi condición fantasmal en la literatura». Fantasmal pero no nueva porque comenzó a escribir historias a los 9 años y a los 19 ya colaboraba haciendo crónicas de grupos de rock.