«Estoy orgullosa de haber machacado a la telebasura»

-¿Cómo se siente al ser reina de la pequeña pantalla? -No me siento reina de nada, pero me hace mucha ilusión, tanto por el equipo como por la apuesta que hice con TVE. -Su imagen parece que ha cambiado desde que empezó la serie. Se la ve menos vinculada al papel couché. -Gracias a Dios me están empezando a respetar. Me ha costado veinte años y luchar con el único arma que tiene cualquier ciudadano, que es a base de interponer querellas por derecho a la intimidad y ganarlas. Aún así se siguen inventando cosas. Me he pasado la vida saliendo en esas revistas muy a mi pesar. Hace veinte años era diferente, porque quienes salían en la prensa del corazón eran gente válida, con talento, famosa por su trabajo o que habían demostrado algo. Ahora, los famosos son otro tipo de personas, que no sé de donde salen y no me interesa aparecer con ellos. -Pero en otro momento sí apareció en algunas publicaciones con reportajes exclusivos. -Pero siempre ha sido puntualmente, coincidiendo con la promoción de algún trabajo. En mi vida he ido a un programa rosa ni jamás que recibido un maldito duro por aparecer en las revistas. -¿En qué se parece a su personaje televisivo? -En el amor a los niños, la ternura y la sensibilidad. Sin embargo, el personaje ha salido de un orfanato y no tiene familia, mientras que yo pertenezco a una familia muy unida. -¿Se considera ingenua? -No es que sea ingenua es que hay una parte mía de niña que no quiere crecer. Soy como Peter Pan. Quiero seguir con la capacidad de que me sorprenda la vida, no perder la imaginación, la curiosidad y la inocencia. Y quiero vivir así porque si no sería una amargada. Mucha gente piensa que esta serie va dirigida a los niños, pero no es verdad, va dirigida a los chicos y a los mayores que tienen ese niño dentro. -¿Por qué engancha tanto «Ana y los 7»? -Porque ha sido totalmente revolucionaria, no se parece a la corriente de lo establecido. Antes de empezar Ana y los 7 todas las series de ficción estaban dedicadas a colectivos: periodistas, policías, médicos. Todo era realismo porque la ficción ha estado ofreciendo todas las desgracias que se ven en las noticias. Nosotros reflejamos otros valores más positivos que tiene el ser humano: la familia, el toque de cuento, de magia y de poesía. Y era una apuesta muy arriesgada en su momento. La idea era buena, no porque viniera de Ana Obregón. -En Telecinco anuncian una nueva producción familiar, «Los Serrano», destinada a competir con «Ana y los 7». -Pues yo me alegro muchísimo, de la misma manera que me entristeció que se estrellaran series como Código fuego, en la que trabajaban grandes actores. Pero sí estoy orgullosa de haber provocado que desaparezcan de la parrilla programas con los que no estoy en absoluto de acuerdo, como el que utilizaba cámaras ocultas (A corazón abierto), La isla de los famosos o X ti. Para mí es un orgullo machacar a la telebasura. Tenemos que enseñar a los españoles otra forma de vivir. Ana y los 7 ha resultado imbatible después de haber pasado por cuatro cambios de día de emisión. -Supongo que «Hotel Glamour» tampoco es de su gusto. -Eso ya es la basura de la basura y me encanta ganarles por dos o tres millones de espectadores. -¿Su asignatura pendiente no es el cine? -Es verdad, pero es un medio que está atravesando una crisis muy fuerte.