Phelps, el mejor

ADIÓS A Barcelona 2003 de natación. La clausura de ayer dio paso al balance, que es cosa interna. Pero la estrella de cada edición tardó en llegar y no surgió hasta la jornada del pasado viernes, cuando los 18 años del norteamericano Michael Phelps pulverizaron los récords mundiales de 100 metros mariposa y 200 metros estilos individual. O sea que, objetivo complido. Otra cosa fue la participación española, quizá por debajo de lo esperado pese a su digno papel (6 medallas, entre ellas un oro). ¿A qué viene esto? A que puede ser la causa principal por la que el amplio despliegue de La 2 quizá no haya tenido una audiencia más entusiasmante. Con todo, resultó un Campeonato vistoso. Considerando que la casi totalidad de las pruebas transcurrían sobre una piscina olímpica, sacar jugo televisual para varias horas al día durante una quincena, es un desafío técnico pero también artístico, en cuanto a ofrecer un buen espectáculo para enganchar a quien sigue las pruebas desde la comodidad de una butaca. La velocidad es la clave de todas las pruebas, a veces ni llegan al minuto, y un realizador debe procurar transmitir al espectador parecida taquicardia a la que viven los propios nadadores o el público presente, con la particularidad de que la cámara puede electrizarla todavía más. Se logró.