Antonio Alcántara

LA SEMANA pasada Cuéntame cómo pasó (La Primera) estuvo cerca de los siete millones de espectadores, algo más de dos sobre el segundo más visto, Cruz y raya.com (La Primera). Si a eso añadimos que la serie aspira a los Emmy norteamericanos, se entiende el entusiasmo de TVE, que tiene aquí a la joya de su corona. Desde hace varios años, seguimos la peripecia de la familia Alcántara pareja a la evolución de la sociedad española en los años sesenta. En un principio, la nostalgia contaminaba tanto los guiones que era imposible no calificarla de reaccionaria. Casi, casi, con Franco se vivía mejor... Poco a poco derivaron hacia los personajes mientras ganaban credibilidad y eran menos cuentacuentos. Tanto que el pobre Antonio (Imanol Arias) acabó en perdedor nato, casi un mandado de su señora, la emprendedora y despierta Mercedes (Ana Duato). Anteayer, en el episodio Paraísos y purgatorios, la hija, Inés, se metió a hippie en el «paraíso» de Ibiza, mientras Toni se quedaba en casa a vivir el «purgatorio» con su novia. Antonio y Mercedes, también pasarán el suyo al no traerse a la niña. Estamos a punto de 1970. La serie funciona, y aunque da bandazos hacia la simpleza, en factura responde a lo que la audiencia espera. Aunque no es A dos metros bajo tierra , faltaría.