Un festival reúne en Austria a los músicos más extraños del planeta

Un concierto para doce tractores, un solista acompañado con música de globos, una orquesta de verdura o una obertura para extintores de mano, son algunas de las propuestas musicales que reúne hoy y mañana, sábado, a parte de los músicos más extraños del planeta en la localidad austríaca de Krems. Algunos artistas del festival «Música extraña» llevan tomates al escenario, no como arma arrojadiza contra un público enojado, sino porque son sus instrumentos musicales. No se trata de un caso aislado, en esa bella localidad situada a orillas del Danubio, a unos cien kilómetros de Viena, se congregan durante los próximos dos días los más vanguardistas y singulares músicos del mundo, junto a muchos de sus locos cacharros melódicos. Eso sí, hay que ir con una predisposición de ánimo para escuchar lo inaudito. Algunos austríacos, melómanos compulsivos y confesos, considerarán un sacrilegio que este atípico festival de dos días se inaugure con una «Obertura para un extintor de mano», dirigida por el sueco Sven Ake Johansson. Como ejemplo de este tipo de carrera experimental se encuentra Sven Ake Johansson, especialista en transformar objetos cotidianos en instrumentos melódicos, además de utilizarlos después para sus exposiciones de pintura. Además de la obertura con lo extintores, el sueco dirigirá una pieza musical con guías telefónicas y un concierto de 12 tractores cuya partitura se titula «Tractores de los años 50 y 60 dirigidos por sus dueños del campo».