El silencio del Monasterio de Silos acoge el desgarro de Manuel Millares

El que fuera refectorio del monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos se utilizada -desde hace ya seis años- como sala de exposiciones temporales. Por aquí han pasado artistas de la talla de Tàpies, Miró, Barceló, Sicilia o Chillida. Ahora le ha tocado el turno a Manuel Millares, uno de los artistas españoles más cotizados internacionalmente. El precio de sus arpilleras -en Silos se pueden admirar doce de su última época- oscila entre 180.000 y 360.000 euros. Telas de saco arrebujadas y recosidas que muestran una gama cromática muy austera: negros, blancos, rojos y grises. Con estos humildes materiales, el artista canario bucea en los «desgarros interiores del ser humano», señaló Eva Millares, hija del pintor y comisaria de Millares en Silos , una muestra que estará abierta al público hasta el 18 de diciembre. «La obra de mi padre es una estremecedora excavación arqueológica a través del sufrimiento y del absurdo de la humanidad», afirmó. La exposición reúne 12 arpilleras realizadas desde mediados de los años sesenta hasta 1972. «Son obras de madurez, del Millares más consciente y contenido, obras de seres acuchillados, rotos, recosidos, que se encuentran aderezados en su propia miseria y que gritan y se retuercen ante las atrocidades de nuestra historia», explicó su hija. Los cuadros, realizados con técnica mixta sobre soportes de tela de saco, tienen nombres impenetrables: Neanderthalio, Antropofauna, Personaje caído, Sarcófago para un personaje feudal ...