Arrabal entrega hoy a Houellebecq el Premio Leteo 2005 en el Auditorio

Arrabal y Houellebecq. Dos de los nombres más polémicos de la literatura actual estarán hoy en el Auditorio Ciudad de León. El escritor español será el encargado de entregar al francés el Premio Leteo que él mismo recibió el año pasado. Este será el acto central de las quintas jornadas culturales que organiza el Club Cultural Leteo, un colectivo de jóvenes escritores que lleva cinco años dinamizando el panorama literario en esta ciudad. Arrabal y Houellebecq llegan precedidos, como es habitual en ambos, por la polémica y la expectación. Houellebecq, además de haber atacado al Islam -dijo que era «una religión gilipollas» en su novela Plataforma -, reivindica el «kitsch depresivo», trata con crudeza la sexualidad y carga contra la moral bienpensante. Arrabal, a sus 72 años, no ha conseguido librarse de algunos fantasmas, como su famosa intervención en un programa de Sánchez Dragó, donde llegó a romper una mesa, o su carta a Franco, en la que comenzaba «usted es la persona que más daño me hizo, condenó a muerte a mi padre y prohibió todas mis obras», cuando el dictador aún estaba vivo. Arrabal ha reconocido en múltiples ocasiones que en España no se le toma en serio. Hace unos meses Arrrabal y Houellebecq publicaban una especie de tríptico, encuadernado por unas monjitas de clausura de Cuenca, del que sólo se hicieron 36 ejemplares. El libro, en el que también ha participado Catherine Millet, consiste en una maleta que contiene tres libros y 17 herramientas, 15 de ellas escogidas por los tres autores -cinco cada uno-, una por el editor, Juan Carlos Varela, y otra, por el público. Curiosamente, mientras Arrabal vive desde hace años en Francia, Houellebecq (La Reunión, 1958) se afincó en Almería para escribir su última novela, La possibilité d'une ile», una trama agresiva que enlaza temas filosóficos y reflexiones científicas. Sobre la clonación humana, que es uno de los asuntos centrales de su libro, está convencido de que se hará. En una entrevista publicada por Le Monde afirmó que no sabía si le gustaría que lo clonaran, aunque sí tenía claro que, de suceder, no quería ver a su clon. El último libro del escritor francés que más vende en la actualidad contiene una crítica implícita del budismo. Houellebecq es autor de cuatro novelas, y ya se ha convertido en el enfant terrible de las letras frances por su estilo avasallador. En el banquillo Tuvo gran éxito con su primera novela, Ampliación del campo de batalla, publicada en 1994, a la que siguieron Las partículas elementales, en 1998 y la polémica novela Plataforma, en el 2001, que al autor le costó sentarse ante el Tribunal Correccional de París, acusado de incitación al odio religioso por haber atacado al Islam. Pese a las ideas contra los árabes manifestadas por algunos de los protagonistas de su novela, la comunidad musulmana francesa y la Liga Arabe sólo reaccionaron contra Houellebecq tras sus declaraciones a la revista Lire, hechas mientras «bebía como una esponja», según precisó su entrevistador. Houellebecq declaró a la citada revista que consideraba el Islam como la religión más «peligrosa» y «la más tonta», y dijo que la lectura del Corán «le hunde a uno».