| Entrevista | Joaquín Cuevas Aller |
«Es alarmante el desconocimiento que tenemos de nuestra historia»
Su «Manual práctico de la historia de los reyes de León» ofrece la información esencial para saber quiénes fueron los gobernantes del período más fascinante de nuestro pasado
Joaquín Cuevas Aller es asiduo colaborador del Diario de León: en sus Tribunas combate con vigor y abundancia de datos la marginación económica, social e identitaria a la que se ve sometida hoy en día la región leonesa, y su pasión y compromiso ha hecho que estos textos alcancen, vía Internet, los cuatro puntos cardinales de España. Ahora lanza Manual práctico de la historia de los reyes de León , una obra eminentemente didáctica, asequible y pensada para paliar una ignorancia que está, a su juicio, en la base de muchos de nuestros problemas actuales. -¿Por qué un libro más sobre la historia de León? -Ciertamente hay muchas obras escritas sobre los reyes de León, pero aún así la ignorancia y el desconocimiento que tenemos de nuestra historia es alarmante en amplias capas de población de la provincia de León y desesperante en las de Zamora y Salamanca. El problema es que nuestros niños y jóvenes no la estudian, la administración actual ha eliminado toda referencia a nuestra historia. Ése ha sido el motivo de hacer un libro de pocas páginas, barato y que puedan leer todos. -¿Qué diferencias más notables mantiene con respecto al resto? -No creo haber hecho un libro mejor que el de otros, es simplemente diferente. Busco paliar la ignorancia con textos muy claros y todo ello sin faltar a la verdad, sin manipular, sin exagerar los datos. Además, el formato facilita mucho su lectura, más aún teniendo en cuenta lo poco que leemos los españoles. Tiene 84 páginas, con mapas y con todas las ilustraciones que se han hecho de los 18 reyes leoneses. -¿Qué aporta de nuevo su obra? -La mayoría de los libros que he consultado, que no han sido pocos, tienen un fondo en el que se respira temor y respeto a Castilla. En ellos hay ocultaciones de hechos verídicos y manipulaciones de datos, siempre en perjuicio de León. Y estas críticas sobre la historia oficial las han hecho expertos nada sospechosos. En mi libro, de una forma condensada, resumida, hay datos publicados a lo largo de los últimos 400 años, además de la información propia de la época medieval. -¿En qué autores se ha apoyado para la confección de los textos? -En todas las obras y compilaciones existentes sobre el tema. Además, allí donde me he encontrado con temas dudosos o discutibles he tenido la precaución de acudir a historiadores tan conocidos como Menéndez Pidal o el francés Lévi-Provençal. La única excepción la he hecho con Alfonso VII, un rey nunca suficientemente investigado, sin datos que hayan sido contrastados. -¿Cuál es el problema de fondo del desconocimiento y la falta de valoración de nuestra historia y cultura? -El problema estriba en el hecho de que no tengamos una administración propia. El germen de todos nuestros problemas es que somos la única región de España que aún no ha alcanzado su autonomía: si Galicia o el País Vasco no tuvieran administración propia estarían como estamos nosotros, simplemente viviendo al día, ignorantes de su historia y su identidad. -¿Qué puede hacer el leonés de a pie, como individuo, para resolver este problema? -La única solución es que cada uno amplíe su cultura tanto como pueda. Por eso yo quiere transmitir a todo el mundo lo esencial de la historia del reino de León. Para que, además de ser únicamente leonés, la gente se sienta leonesa y, como tal, actúe en consecuencia. -¿Ve factible el que la región leonesa consiga una administración propia? -Algún día se ha de conseguir, de eso no me cabe duda. Las comunidades autonómas no dependen de nadie más, nosotros en cambio dependemos de Castilla. O, mejor dicho, de Valladolid, una ciudad que ha hecho su agosto con esta autonomía. Y también su provincia. Hay museos preciosos por todas partes, la ciudad cada vez es más grande, el castillo de Peñafiel parece que lo acaban de inaugurar. ¿Y quién paga todo eso? El resto de provincias de la comunidad, en concreto León, la más rica de todas. -Ese depender de otros se extiende también a los temas históricos. -Sí, es el caso de la Fundación Villalar, una herramienta a disposición de la Junta para eliminar la identidad leonesa. Una entidad que llena los colegios de la comunidad de libros en los que los reyes de León aparecen sólamente nombrados, como si fuera la alineación de un equipo de fútbol. -¿Quién fue, a su juicio, el responsable de que León, que siempre fue región diferenciada, haya pasado a ser sólo una provincia? -Se atribuye mucho la culpa a Martín Villa, pero en realidad el protagonista fue Gregorio Peces Barba y el periódico El Norte de Castilla . Fíjate que a Valladolid no le interesaba la creación de una Castilla auténtica, con Santander y Logroño, sino el híbrido actual para quedar en su centro geográfico y convertirse en capital indiscutible. Ahí Valladolid jugó muy sucio. -¿Qué otros problemas acarrea esa dependencia? -Cada día, uno nuevo. Si compras un piso, el 7% de lo que pagas se va a Valladolid, no se queda en León. Todas las plusvalías se van fuera. Y luego está el tema del agua. ¿Por qué el gran objetivo de la Junta es conseguir las competencias sobre el agua? Para seguir regando (hay más riegos allí, que no hay ríos, que aquí) con el agua de León. Y lo que es peor, para hacer más pantanos en León cuando lo necesiten.