Rastreando en el baúl de los recuerdos

Buscar cajas de cerillas de cera, plumines y tinteros, tampones con el yugo y las flechas y miles de objetos y utensilios de los años cuarenta trae de cabeza al director artístico de Amar en tiempos revueltos , Jordi Bulvena. «Estamos en un país tiramos todo. No hay rastro de aquella época. En Inglaterra, en cambio, se guarda todo, pero aquí estamos en una lucha titánica con el tiempo para buscar cualquier objeto», dice. No hay tiempo para poner anuncios y se recurre a internet, además de patear mercadillos. Relojes, gafas, máquinas de escribir, calculadoras manuales, cartillas de racionamiento; objetos de medicina como jeringuillas de cristal, estetoscopios de las época.... Cualquier elemento exige un rastreo en el túnel del tiempo. El vestuario de las mujeres también tiene sus complicaciones. No quedan sombreros de la época, un tiempo en que la mujeres se preocupaban por vestir bien. «Las modistas reproducían los vestidos de las películas de Hollywood porque no había revistas femeninas entonces. Se copiaba todo, la ropa, los peinados sofisticados», recuerda el director artístico.