«En conciertos, pocas ciudades superan a León»

Ha venido por segundo año consecutivo a la Fundación Euterpe donde, desde el pasado jueves, imparte un masterclass a un selecto alumnado llegado de diferentes lugares del planeta, para seguir las enseñanzas de este pianista universal que cuenta por cientos  a sus discípulos. Joaquín Soriano (Corbón del Sil, 1941), es uno de nuestros pianistas más prestigiosos a nivel internacional. París le distinguió hace cuatro años con uno de sus galardones más reconocidos por su labor en favor de la música y hace siete años el Rey de España le otorgó la medalla de las Bellas Artes. -¿Qué siente cuando uno alumno vuela miles de kilómetros para estar en León estudiando con usted? -Ante todo un gran orgullo, al ver cómo tus esfuerzos y sobre todo tus ideas permanecen más vigentes que antes en los dedos de estos jóvenes maestros. No creo que haya mayor premio para un maestro que el poder sentir y ver cómo sus discípulos se convierten en maestro. -Lleva viniendo ya dos años a León... -Ante todo dar las gracias a Margarita Morais por lo que está haciendo por la música en León, ya que con más de ochenta conciertos anuales con algunos de los mejores pianistas del mundo, además del Curso de piano y dirección de Orquesta y las masterclass que cada mes celebra, la Fundación Euterpe figura en un puesto privilegiado dentro de las más prestigiosas fundaciones de España con repercusión  internacional. -¿Qué tal está la música en León? -Es una ciudad privilegiada, con un gran Auditorio, con una fundación como Euterpe y con una serie de festivales al año y de conciertos que pocas ciudades europeas pueden decir que la superan en número. -¿Ha cambiado mucho la forma de interpretar? -Desde luego. Ahora hay menos libertad, porque hay más información. La interpretación esta un poco asfixiada por las normas y por las reglas. Había mucha más libertad en el Barroco, o en el Romanticismo. Me imagino al pobre Schubert tocando un piano de ahora, acabaría extenuado. Ahora la música debe de ser una cosa perfecta sin errores donde el contenido importa menos que la forma -A la hora de interpretar en qué se fija más, en que llegue al público o en que sea perfecto. -Cuando tocas en solitario lo que más importa es que la idea la sinceridad, lo que tienes que decir sea lo que reflejan tus dedos. Te olvidas del público porque si no sería muy pesado. Cuando va pasando el tiempo y cuanto más viejo te haces se va pasando un poco la necesidad de notoriedad, de triunfo, y empieza a salir a flote la seriedad, de hacer las cosas mejor.