Pataky, tras los pasos de Pe

Elsa Pataky se les ha subido a la cabeza a los norteamericanos igual que el buen champán francés. Teñida de morena, con un flequillo muy parisino y posando de perfil para dejar constancia de su poderosa retaguardia, la actriz española casi logró eclipsar a la exuberante y rotunda Liz Hurley en la fiesta organizada por Moët & Chandon en Nueva York. El motivo del espectacular acontecimiento, que congregó a unos mil invitados, era la conmemoración del 120º aniversario de la fecha en que la famosa estatua de la Libertad fue donada por la ciudad de París a la de Nueva York. «Si Lady Liberty ilumina el mundo, nosotros la iluminaremos a ella», se dijeron los responsables de la firma anfitriona. Y así fue como la estatua que se yergue sobre la bahía de Nueva York quedó convertida en un dibujo de luz, que realzaba cada uno de los pliegues de su ampulosa vestimenta. El proyecto es el primero que Moët tiene previsto realizar dentro de un plan que comprende la iluminación de monumentos situados en otros países como India o España; y más concretamente, en la ciudad de Barcelona. Pataky y Hurley llegaron a bordo de la misma nave, pero no posaron juntas en ningún momento. La actriz británica, de rojo palabra de honor, acudía en calidad de madrina y Elsa, con un ajustadísimo traje negro de Versace, como la estrella española invitada. La actriz, que acaba de hacer un papel corto, pero sumamente rentable, en la producción hollywoodiense Serpientes en el avión, estrenada en España este fin de semana, fue entrevistada por canales de televisión donde sube como la espuma, en parte por su relación con Adrien Brody.