Diario de León

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El reportaje de actualidad se hace con un hueco en la noche del lunes Hurgaingles Buscando a un asesino en serie Título cuerpo 35 2 líneas género Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Título cuerpo 35 Títulodfh shisdfiudfi sifsdifisd xxx xxx

Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA Miguel Anxo Fernández Miguel Anxo Fernández XXXXXXXXXX Miguel Anxo Fernández
León

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En su estreno del martes 19 de septiembre, Hora cero logró un sorprendente 25,1%, superando a sus competidores. Quizá confirma lo sospechado, la existencia de una audiencia que comienza a estar saturada de ficción y de formatos en plan «más de lo mismo». Hora cero cuenta con un equipo propio de reporteros y recicla materiales ya utilizados a lo largo del día por otros programas. En Mía o de nadie, nos habla del elevado número de mujeres asesinadas a manos de sus maridos, novios o ex parejas. El espacio conversa con las mujeres que han conseguido sobrevivir a los ataques y con las personas que han visto cómo muchas morían por esta violencia machista. En cuanto a su competidor, el semanal 7 días, 7 noches , formato ya veterano y que ahora presenta Teresa Viejo, también hace un share muy digno. Sus reportajes no se condicionan al acontecer diario, sino que son más elaborados. Hoy ponen a prueba la seguridad de los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid. Llamativo giro en La dársena de poniente , el culebrón autóctono de TVE-1: en el repertorio de los malos malísimos ha aparecido una periodista y la prensa, en general, queda retratada como una caterva de desalmados. Son las consecuencias del reporterismo rosiamarillo: todos somos culpables. Se dirá que tampoco es para tanto, que sólo es un culebrón. Bueno, pero hay que dar su importancia a este tipo de relatos: de algún modo reflejan el sentimiento popular hacia las cosas de la vida. Porque los guionistas de ficción recogen lo que ellos perciben como realidades sociales para que sus relatos resulten más próximos al espectador; como su objetivo es atraer la simpatía de un público indiferenciado, sus narraciones rara vez propondrán un punto de vista disidente o minoritario, sino que se atendrán en todo momento a los sentimientos que ellos consideran mayoritarios. A su vez, esos relatos vuelven después al espectador y realimentan aquellos sentimientos, dando más consistencia e impermeabilidad a los prejuicios de la gente, hasta convertirlos en certidumbres inexpugnables. Esto pasó abundantemente en el siglo XIX y principios del XX con los folletones literarios de los periódicos: buscaban al lector reconfortándole en sus sentimientos previos, sentimientos que, a la vez, quedaban afianzados y extendidos por esos relatos. Así se convirtieron en certidumbres generalizadas las cosas más variopintas, desde la existencia del derecho de pernada hasta la convicción de que en el siglo XV se creía que la Tierra era plana, y estas cosas siguen siendo hoy casi unánimemente aceptadas por más que la Historia haya acreditado que nunca hubo un «derecho de pernada» y que en el siglo XV casi todo el mundo sabía que la Tierra era redonda. Pues bien, lo mismo pasa con estos retratos del periodismo rascavísceras y hurgaingles: no es más que un pequeña parte del periodismo y, desde luego, no la más digna, pero la tele -esa calamidad- lo ha dotado de tal protagonismo que se diría que el periodismo consiste en eso, y mucha gente lo cree; esa convicción pasa al relato de ficción -por ejemplo, La dársena de poniente - y de ahí vuelve al espectador, afianzando la certidumbre de que el periodismo consiste en correr con una cámara detrás del último famoso a ver si lo pillamos magreándose con una vedette, y viceversa. El final del proceso es que el periodista se convierte, por propio mérito, en el malo de la película. Y de poco servirá alegar que el periodismo no es eso: en la tele hay a todas horas unas cuantas docenas de rascavísceras y hurgaingles dispuestos a desmentir la objeción. En el fondo, lo tenemos empleado: la culpa es nuestra. ¿Por qué? Por haber dejado que sean los negociantes del share quienes nos digan qué es el periodismo. Con sus cinco millones largos la semana pasada, CSI Miami se confirmó líder absoluto en su franja horaria en las televisiones españolas. Esta noche tratarán de repetir cifras con el episodio Vuelo criminal , en el que los forenses de Miami deben capturar a un asesino en serie que hirió a varios chicos cuando acudieron a socorrerle después de un accidente de avioneta. Texto Texto Texto Texto TEXTO vvvvv

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