Broche de oro para un centenario

Digno colofón el de la pasada noche en el Auditorio Ciudad de León a todo un año de actividades culturales y musicales que Diario de León ha venido celebrando desde febrero del 2006, con motivo de su centenario. La Orquesta de las Juventudes Musicales, dirigida por Juan Luis García, y la Banda de la misma institución, a las órdenes de Joaquín Ferrer Roig, hicieron vibrar a un Auditorio en el que un público de todas las edades disfrutaba con los sones y melodías de estas dos sólidas formaciones musicales. Abrió el acto la citada orquesta de la Universidad de León con una serie de piezas de factura contemporánea, que se alternaban con pinceladas de autores clásicos, haciendo un fresco sonoro de dimensiones considerables y de estilos muy diferentes, aunque todos ellos bajo el denominador común de la calidad y la comunicatividad. Juan Luis García ha sabido imprimir a su formación un aire fresco y novedoso, sin encorsetamientos, lo que redundó de forma decisiva en el acercamiento a un público que escuchaba, en la mayoría de los casos, algunas de estas obras por primera vez. La sección de cuerda mantuvo los niveles de excelencia, mientras que el viento llevó en determinadas obras la voz cantante, con afinación y puntillosidad; todo ello, dentro de un programa hecho para el disfrute. Szónyi, Stanmitz, y Sibelius fueron algunos de los autores que trenzaron un concierto equilibrado y diferente, brindándonos algunos momentos de incuestionable inspiración tanto por la belleza formal de la partitura como por la ejecutoria de sus traductores. Al final de la primera parte, como sorpresa de última hora, actuó el Coro Ángel Barja, que ofreció tres hermosas piezas. El público premió la excelente labor de esta formación, que ya cuenta en su haber con premios importantes como el de la Semana de Cine Ibérico de Badajoz; y hoy, en concreto, podría añadir otro premio de campanillas si resulta galardonada en la ceremonia de los premios Goya. La Orquesta de las Juventudes Musicales de la Universidad de León participó, con una banda magnífica, en el corto de animación Broken wire ( Alambre roto), del director leonés Juan Carlos Mostaza, donde la música -que representa el 50% de este excelente corto- cuenta una historia en la que la rutina y el desamor harán que una pareja se encuentre y otra se separe. Una excelente banda que esta joven orquesta bordó y esta noche puede resultar premiada muy merecidamente. La segunda parte del concierto se centró en el hermoso programa que la Banda de las Juventudes Musicales preparó para este acto. Ferrer Roig mantuvo un mano a mano con la tradición y el folklore. El programa estaba formado por obras de Francisco Esteban Pastor, con el preciosista pasodoble Brisas de Mariola, que causó sensación entre el respetable, para seguir con la Danza Oriental, de Josep Manuel Izquierdo, la Obertura para banda, de Jacob de Haan y la Obertura Cómica, de Ferrer Ferrán. Todo un caleidoscopio de melodías, de música hermosa, con unos intérpretes excelentes, que fueron los mejores protagonistas para poner el broche de oro a un centenario que, si destacó por algo, fue por el atísimo nivel de la música en él ofrecida.