La operación José Tomás

Parecían marcadas las cartas de la temporada que hoy arranca tan lujosamente como suele en Olivenza, provincia de Badajoz. Hasta que José Tomás anunció su reaparición para final de primavera. Será en Barcelona y el 17 de junio. Una semana después de bajarse el telón taurino de San Isidro en las Ventas. Hace nada, tan marcadas estaban las cartas como hace un año.Sota, caballo y rey. Y un as. Los mismos nombres, los mismos naipes. Una conspiración, alianzas e intereses cruzados que tenían en invierno por propósito relegar a El Juli otra vez. Quitarlo de Sevilla. O no ponerlo. Agua pasada. Dinero encima y debajo de la mesa. Casi todo ha saltado por los aires en menos de un mes. Si José Tomás hubiera anticipado su anuncio cuarenta días, sólo con eso, se habría repensado la temporada. En la misma tarde de este sábado, por ejemplo, podría haber estado José Tomás en Olivenza. O el domingo. Con una corrida de Núñez del Cuvillo, ganadería para él talismán. Su preferida. Si bien se mira, José Tomás no le ha echado un jaque al mercado. En posición tangente, ha roto como trueno de tormenta lejana. Con eco, porque el anuncio de su vuelta ha coincidido con una fecha ruidosa: la de apertura de la temporada grande. Olivenza: toros de Daniel Ruiz para El Juli, Manzanares y Miguel Ángel Perera. «Operación tapón» Hay toreros colocados de antemano: Rincón, Ponce, El Cid. Por distintas razones. Al lado de esas razones, se adivina una especie de operación tapón que pretende poner difícil las cosas a quienquiera que asome la cabeza por libre. Y no se trata de Castella solamente. Puede ser, entre la ya vieja guardia, el mismísimo Morante de la Puebla. Y entre los nuevos y no tan nuevos muchos más: Miguel Ángel Perera, César Jiménez, Matías Tejela. Se da por seguro en voz baja que el torero enrollado de la temporada va a ser Manzanares.