Inquisición El año que murió Franco marca la vuelta de «Cuéntame»

La 2 ha estrenado una serie documental sobre la Inquisición. La firma David Rabinovitch. Serán cuatro capítulos y el primero ha hablado de los cátaros. El resultado es muy sorprendente. Los cátaros eran una secta integrista que hoy nos parecería «destructiva», pero aquí surgen como una apacible comunidad de benéficas gentes. La no menos despótica y brutal represión de la herejía cátara fue un empeño singular del rey de Francia, pero en el documental tiende a cargarse toda la responsabilidad sobre la Iglesia, lo cual es, por lo menos, incompleto. El guión es deliberadamente tendencioso en este aspecto, al rodear las palabras «Inquisición» e «Iglesia» con los vocablos «tortura», «muerte», etc. Para entender el trasfondo de esta serie es imprescindible saber quién es el autor, un canadiense de origen hebreo que, con este producto, pretende poner su granito de arena en la ofensiva actual contra la Iglesia. Creo que ese planteamiento es un error. Los ejercicios de este tipo son bastante tristes por lo que tienen de retroceso histórico o, para ser más precisos, de pérdida de virtudes costosamente adquiridas. Al cristianismo le ha costado bastante desprenderse de la judeofobia, pero los vértigos del siglo XX movieron a dejar atrás los añejos prejuicios hacia el pueblo deicida , y eso fue una buena cosa. Igualmente, a los judíos les ha costado mucho desprenderse de la cristofobia , pero la imposición universal de una civilización materialista ha traído la convicción de que todos los que pronuncian el nombre de Dios están en el mismo lado, y eso también ha sido bueno. Que ahora aparezcan alegatos como el de Rabinovitch, sirviendo una relectura de la Historia deliberadamente orientada , es algo que sólo contribuye a enfangar las cosas. Tengo verdadero interés por ver cómo aborda Rabinovitch el problema de los judíos españoles en un capítulo que va a titularse «Las lágrimas de España». ¿Contará que Inglaterra, Francia y Alemania ya habían expulsado a sus judíos hacia los siglos XII y XIII, y que por eso había tantos en la España medieval, donde se los acogió sin recelo? ¿Contará que las grandes revueltas antisemitas del siglo XIV fueron un fenómeno esencialmente popular, ajeno a una Inquisición que, en aquella época, no existía como tal? ¿Contará que la Inquisición Española, con sus características propias, no persiguió a los judíos, sino a los conversos supuestamente falsos? ¿Contará que esa persecución, así como la expulsión de 1492, fueron esencialmente obra de judíos conversos al cristianismo como Torquemada? ¿Contará que, pese a todo, el número total de víctimas de la Inquisición Española fue muy inferior al producido por la represión religiosa en la Inglaterra, la Suiza o la Alemania protestantes? La muerte de Franco y la celebración del Año Internacional de la mujer son los acontecimientos que marcan la novena temporada de Cuéntame como pasó , que arranca este jueves en TVE-1 a partir de las 22 horas. El fichaje de Blanca Portillo será otra de las novedades de esta entrega, en la que Antonio Alcántara ya es abuelo y ve con esperanza la muerte del dictador para que su hija vuelva del exilio. «La voz de Carlitos somos todos», expresó el director de TVE, Javier Pons, durante la rueda de prensa de presentación de la nueva etapa de la producción, donde manifestó el «orgullo» de la televisión pública por mantener, un año más, la serie «más querida» por los espectadores. Esta nueva entrega comienza en mayo de 1975, cuando los Alcántara regresan de París, donde han visitado a su hija Inés y a su marido Eugenio, que han tenido su primer hijo en el exilio. «Viven muy mal lo de ser abuelos porque no lo ven. Para ellos, lo que supone la muerte de Franco es que haya justicia para todos y que vuelva su hija», manifestó Imanol Arias, protagonista de la producción de Ganga. A la vuelta de París, Mercedes y Antonio descubren una España con síntomas de cambios, que se precipitarán con el fin del verano. «Es un año de mucha intensidad tanto en lo político y en lo social, como lo económico», indicó el productor ejecutivo de la serie, Miguel Ángel Bernadó, lo que incidirá en las relaciones de la familia protagonista. Con la proclamación de la Ley de la mayoría de edad de la mujer casada , Mercedes abre su propia cuenta en el banco, transforma su boutique en una peluquería y decide matricularse en Económicas en la universidad. Antonio vivirá «con mucha angustia» este cambio de roles que desencadenará escenas «de gran comedia» entre el matrimonio. Mercedes se sentirá fascinada por la vida universitaria, donde conocerá a una de las incorporaciones estrella de esta temporada, Blanca Portillo ( Volver ). La actriz madrileña se introduce en la piel de Begoña, una profesora feminista y reivindicativa con la que la madre de los Alcántara trabará gran amistad. Nazaret Jiménez ( Arrayán ) dará vida a Loli, una joven andaluza que comienza a trabajar en el nuevo negocio de Mercedes y «pondrá el toque de humor» a la serie gracias a la «candidez» de su personaje. Mientras que Javier Albalá interpretará a Víctor, un profesor de la Universidad muy comprometido políticamente. Ilusionados Imanol Arias, quien recuerda que la muerte de Franco le pillo trabajando -«tenía 19 años y ganaba 240 pesetas al día»-, expresó la ilusión de todo el equipo por estar una nueva temporada en antena. «Estamos encantadamente encasillados, con muchas ganas de trabajar y comprometidos con nuestra cadena», indicó el intérprete vasco, para quien Antonio es el personaje de su vida. «Os puede entrar un ataque de risa», el productor ejecutivo de la serie, ante la pregunta de cuanto más puede alargarse ésta. Con la muerte de Franco «desaparecen los grises, llega el color y España es un país más divertido», opinó Berdarneu, quien insistió en que la producción durará «mientras la familia permanezca unida y el público quiera». Para Imanol Arias, el fallecimiento del dictador abre una puerta a unos años inciertos en los que comienzan las primeras libertades políticas que podrían ser vistas en las próximas temporadas de la serie. Sin embargo, el actor que intensamente la década de los 80, opina que Cuéntame «nunca podría contar esos años porque no estuvieron protagonizados por los padres». En todo caso, reflexiona que «se contarían a través de los hijos de Mercedes y Antonio».