Diario de León
Publicado por
JOSÉ JAVIER ESPARZA
León

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CARLOS LATRE volvió la otra noche a Telecinco. Lo hizo con un programa más completo que los anteriores: Réplica , un espectáculo de imitaciones y humor donde el cómico comparte protagonismo con la gente de El Terrat, que es quien produce la cosa. Confieso que Latre me hace más bien poca gracia. Este señor tiene unas dotes admirables para la imitación, pero ahí se acaban sus talentos. Cuando he escrito esto en anteriores ocasiones, siempre me he quedado con la impresión de que era una fobia personal. Esta vez, sin embargo, las cifras de audiencia van en el mismo sentido. Réplica tuvo una cuota del 13,8%, poco más de dos millones de espectadores. Para los datos habituales de Telecinco, es un balance casi catastrófico. En el paso de Operación triunfo a Réplica , la cadena pierde casi un millón de espectadores, es decir, nada menos que un tercio de la audiencia que tenía a esa hora (cifras medias). Y en el paso de Réplica a Mentes criminales , que llegaba después de la medianoche, la pérdida era de otro millón, la mitad de la audiencia de Telecinco a esa hora. La interpretación más benevolente de estos datos puede ser esta: Réplica no es capaz de mantener al público de Operación triunfo ni de retener gente ante la pantalla para conducirla hasta Mentes criminales . Esta, ya digo, es la interpretación más benevolente. La interpretación más ácida puede ser esta otra: pasado el primer momento de admiración ante las transformaciones prodigiosas de Latre y los demás actores, Réplica pronto deja de dar razones para que el espectador siga ante la pantalla. Por buscar un argumento objetivo de crítica, algo menos visceral que un simple desagrado, creo que podríamos expresarlo de este modo: los gags de Latre (y compañía), que están muy trabajados en caracterización, maquillaje, vestuario, etc., quedan sin embargo muy pobres, como deslavazados, en guión, en narración. Es muy interesante: cuando el director de antena de Telecinco, Alberto Carullo, presentó el programa a los medios, insistió mucho en que Réplica no iba a ser sólo imitaciones y caracterizaciones, sino que el programa traía también un intenso trabajo en materia de guiones y estructura de programa. Pues bien, ahí es precisamente donde el programa se hace insuficiente. ¿Estructura del programa? En realidad todo consiste en poner un gag detrás de otro. ¿Guiones? Todos ellos, sin excepción, consisten en repetir la situación cómica original -la que da pie al gag- y estirarla a base de más reiteraciones; y precisamente en esas reiteraciones es donde más evidentes se hacen las insuficiencias del programa, porque añaden muy poco más al número, salvo sal gorda y barbaridades. Y de eso ya estamos un poco cansados, ¿verdad?

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