«La noche del 25 va a ser mágica»

Llegará Sara Baras (San Fernando, Cádiz, 1971) a León, pero a día de hoy está en Singapur, después de haber obtenido un sonado éxito en el décimo Festival Internacional de la Danza y la Música de Bangkok. Confirma así que el flamenco sigue emocionando en países lejanos, que en cuanto ven un tablao hacen la ola. Y Sara Baras, la hija de Concha Baras -su madre es una prestigiosa maestra del baile-, sigue creciendo como artista y como creadora. La gaditana ha conseguido que su popularidad no afecte a su profesionalidad, y así ha contribuido a que gente ajena al mundo del flamenco se haya acercado y se haya quedado como aficionado. Tal vez, este trabajo de largo recorrido sea la constante que define su carrera. Y con esa intensidad, con reconocimiento internacional incorporado, sostiene un proyecto de compañía que sobrevive, y bien, en un mundo inestable como es el de la producción artística. Llegará al León Arena Sara Baras (25 de octubre, 22.00 horas, entradas a 25 y 36 euros en El Corte Inglés) y logrará, seguro, que, por un día, León sea capital flamenca por excelencia. Pasará una grande, como los que ella recita para hablar de cuáles son sus referentes. Asegura que estaría hasta mañana mencionándoles. Con lo que descubrimos así a una Sara Baras solidaria con sus compañeros, generosa con los elogios a los demás, modesta en un mundo de egos incontrolables. Y, encima, cómo baila. -La palabra «Sabores» y las palabras «Sara Baras», se parecen. ¿Lo había pensado? -Sí, además del juego que hacemos con la trilogía de espectáculos tipo concierto que lleva la compañía, Sensaciones , Sueños y Sabores . -El flamenco puro y sus palos son sus territorios favoritos. ¿No cree que, lejos de deteriorarse, el flamenco «de verdad» vive un gran momento de reconocimiento? -Las puertas que nos han abierto por todo el mundo grandes artistas como Paco de Lucía, Camarón, Carmen Amaya o Antonio Gades han sido vitales. Gracias a ellos el flamenco, en la actualidad, está donde está. -En «Sabores» hay homenaje a su madre y flamenco sin adjetivos, y usted, instalada ya, según la crítica, en el Olimpo de los grandes bailaores del siglo XX y el XXI ¿Pretende que éste sea un espectáculo completo de baile, música y expresión vital? ¿Es un todo Sara Baras para el público? -Es esencial ser agradecida y no olvidar de dónde vienes ni quién eres. Estos sabores están dedicados a mi madre ya que a ella le debo todo, ha sido y es mi gran maestra, considero muy importante recordar todas las cosas que tus maestros te han enseñado y es un privilegio poder regalarle desde el respeto y la admiración todos los detalles bonitos que llevas en la mochila a lo largo de tu carrera. Éste es un espectáculo de baile donde el efecto mas señalado es el sentimiento. -El espectáculo cierra una trilogía que abarca diez años desde el estreno del maravilloso «Sensaciones», ¿ve estos diez años como una trilogía en su vida? -Creo que es mucho más que una trilogía, por todo lo que he aprendido, por aprovechar todas las oportunidades que se me han presentado y por tener la suerte de seguir con la misma ilusión que al principio. Estos diez años me han enseñado mucho, no sólo profesionalmente, he luchado por lo que me gusta con mucha honradez y honestidad y la suerte me ha acompañado. Lo más importante es que, gracias al público, esta compañía sigue adelante soñando con nuevos montajes. -Cuando su carrera explotó y llegó el prestigio y el reconocimiento, ¿se encontró con el negocio tal y como lo esperaba? -En esto no paras de aprender. No sólo como bailaora, como coreógrafa o como directora sino como empresaria. Es importante recordar que se trata de un trabajo en equipo y me siento orgullosa y protegida por el nivel, tanto profesional como personal, de cada una de las personas que tengo alrededor. -¿Los bailaores y bailaoras son tendentes al individualismo? ¿O es que la propia expresión de su arte requiere de esas grandes dosis de personalidad? -El flamenco, sin corazón, no vale. Al mostrarte tal y como sientes haces que tu baile tenga tu propia personalidad. -¿Cuál sería su diagnóstico del estado de la cultura española en el terreno que le compete? -Pienso que el flamenco necesitaría más ayuda institucional, ya que es una de las partes de nuestra cultura que más representa a nuestro país. Me siento muy orgullosa de la cantidad de artistas con verdadero talento que nos representan. Para mí, nuestra cultura, con una riqueza impresionante, es una de las más bonitas del mundo. -¿Es más fácil que entiendan su arte en Japón que en León, por ejemplo? ¿O es un mito y, seamos positivos, en España hay sensibilidad suficiente para lo que hace? -El flamenco no entiende de fronteras. Lo importante para ver un espectáculo de flamenco es sentirlo y poder llegar a cada corazoncito. El público español siempre me ha demostrado mucha sensibilidad, siento que me considera y respeta desde el principio de mi carrera. -¿Cuál fue el primer día de su vida en el que se dijo: Yo quiero dedicarme y vivir de esto? -Pues no lo sé, porque el baile ha sido parte de mi vida desde que era muy pequeñita. -Para la gente que empieza, ¿de donde hay que sacar las fuerzas cuando las horas de ensayo pasan y pasan y pasan¿? Los amigos salen de fiesta pero hay que descansar¿ y esas cosas que sabrá de sobra y habrá vivido de adolescente. -El que algo quiere algo le cuesta. El sacrificio es grande pero mucho mayor es la recompensa. -¿En esto suyo de bailar quién es el, o la más grande? -Pienso que el maestro que más ha influido en nuestra generación es Antonio Gades, al que tengo una profunda admiración. También me gustan artistas como Carmen Amaya, Farruco, Manuela Carrasco, Güito, Ciro, Manolete, Matilde Coral, Cristina Hoyos, Angelita Vargas, Carmen Mora, Mario Maya, Concha Vargas, Carmen Ledesma, Manuela Vargas¿ podría estar hasta mañana. -Dedique todos los piropos que quiera al equipo que le acompaña en su presencia en León. -Cuento con dos artistas invitados de súper lujo: José Serrano y Luis Ortega. Para mí son dos de los bailarines más importantes de nuestra generación. Siete músicos que a mí me suenan a gloria y un cuerpo de baile formado por cinco chicas y cinco chicos con un gran nivel. El equipo técnico que me acompaña hace que se engrandezca todo lo que hacemos y gracias al equipo de producción, empezando por mi mánager José Luis Pereyra, hace posible que podamos representar parte de nuestra cultura por medio mundo. Intentaremos que en León podamos disfrutar de una noche mágica llena de sabores. -Por cierto, ¿conoce León? -No como me gustaría, pero ya he tenido la suerte de bailar allí.