Sesenta años de vida y treinta de artista

león

Si alguien pensó que con su dedicación a la Academia de la Gastronomía Ramón Villa olvidaría sus obligaciones para con el arte, se equivocó. Villa, ahora que acaba de cumplir los sesenta años, muestra al público su obra de los últimos meses en una espléndida exposición que, además de poner color a su cumpleaños, sirve de portada a la celebración de los veinticinco años de compromiso de Arte Lancia, de Mari Pepa, con la cultura de León.

Ramón Villa ha querido mostrarse en este caso tal cual es, con una muestra en la que la temática circula por amplias coordenadas, pero con una sucinta economía material. Pinturas sobre papel llenan de armonía las paredes de la veterana galería, mientras que algunas esculturas ponen la fuerza de lo tridimensional en el empeño. Las manchas, que son la gran marca personal del artista, cobran vida a través de un proyecto que comenta lo circular desde todos los puntos de mira, con una visión enciclopédica del término que Ramón Villa transmuta en vigorosas imágenes. Circular puede asociarse con radial, mensaje, movimiento, difusión, no pararse, no detenerse-¦ y otros quince o veinte significados que el pintor reseña concienzudamente en el pequeño cuaderno que sirve de catálogo a la exposición.

También don Victoriano

También en este cuaderno de anotaciones tiene cabida la cita a uno de sus grandes compañeros de publicaciones, a Victoriano Crémer, con quien ha compartido varios libros en los últimos tiempos. Escribe el anciano más joven del mundo sobre Circular : «Voy entre sombros y sombras/ alrededor de mi mismo/ desestrellado en la ruta/ que me empuja hacia el abismo./ A la rueda rueda/ rueda de la fortuna-¦». El nueve marca la existencia de Villa como artista: nació en 1949, se dedicó de cuerpo y alma al arte en 1979 y ahora, en el 2009, recibe el reconocimiento de todos en el momento de máxima madurez de su obra. «Hace cinco años que no exponía -”dice-” la última fue también con Mari Pepa, y se tituló Huella sobre la nieve . Esta nueva exposición se la dedico a todos mis amigos, que son muchos. Creo que se trata de un trabajo intimista. Todo va en torno a lo que es circular: el circular, el moverse, el ir, el venir-¦ Es obra realizada desde las navidades hasta este mismo momento, algunos cuadros se han enmarcado aún tiernos, sin secar. Son treinta obras con un mismo formato, pequeñas expresiones, pequeños gritos que resumen de alguna manera lo que han sido estos treinta años de plena dedicación al arte, pero llevándolo a la más rabiosa actualidad».

La escultura tiene cada vez más importancia dentro de trabajo de Ramón Villa. «En este caso -”asegura-” presento cuatro esculturas, entre ellas Los hilos del viento , que está dedicada a Victoriano Crémer, porque es una de las personas que más ha hecho por mí. Yo estoy muy influenciado por los poetas y para mí el poeta con mayúsculas es Victoriano. Otra es El sol luna , que es uno de mis grafismos característicos, casi un pequeño signo de mi propia identidad. Otra que lleva el título de la muestra y una más que habla de los medios de difusión, en concreto se trata de un alegoría a los 18 años de Televisión de León, y es la deconstrucción de su anagrama».

Pero Villa no podía hacer una exposición sin que en ella hubiera una cita al mar, otra de sus señas de identidad. «Tengo un mural que es una representación de la mar, son las olas, el esqueleto de algún pez-¦ a mí en el norte de España me consideran pintor de la mar, y sin duda es una de mis fuentes de inspiración, además de las interminables tierras de Rueda».